Los clientes de preferentes de bancos con ayudas tendrán que asumir quitas

iñaki castro / Colpisa

ECONOMÍA

El Eurogrupo suaviza el objetivo de déficit al 6,3 % para este año a cambio de ajustes

10 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

No existe ninguna referencia explícita en el memorando del rescate a la banca española, pero el ministro de Economía, Luis de Guindos, dio ayer casi por hecho que los clientes que compraron participaciones preferentes en bancos que ahora van a recibir ayudas tendrán que asumir parte del coste de la recapitalización con una quita en sus inversiones. «Es una obligación que se exige habitualmente, cuando hay ayudas públicas a una entidad. Ya ha ocurrido en algunos casos, en las cuales ha habido una distribución de la carga del rescate», afirmó a la entrada de la reunión del Eurogrupo celebrada ayer en Bruselas para cerrar las condiciones de la línea de crédito de hasta 100.000 millones aprobada para los bancos españoles.

«Banco malo»

De Guindos afirmó que las entidades que soliciten estos fondos para recapitalizarse tendrán que cumplir una ratio determinada de capital, probablemente al 9 %. Aunque algunos parlamentos nacionales todavía tienen que ratificar las inyecciones, todo apunta a que España deberá articular un «banco malo» para agrupar los activos tóxicos de las entidades en apuros.

¿Qué dio de sí la primera de las dos jornadas de trabajo del Eurogrupo? De entrada, la prórroga hasta el 2014 para reducir el déficit a cambio del nuevo paquete de ajustes que prepara el Gobierno. Los socios de la moneda única respaldaron la flexibilización tras advertir de que el Ejecutivo debe «adoptar sin demora medidas adicionales» para corregir la desviación en los objetivos fiscales detectada en la primera mitad de este año. Los límites de gasto revisados obligan a cerrar 2012 con un desfase del 6,3 %, lo que se traduce en un tijeretazo cercano a los 26.000 millones de euros. La relajación también impone un control estricto de las cuentas de las comunidades y reclama la creación de una oficina presupuestaria independiente que supervise las políticas económicas.

España no solo tiene deberes a corto plazo. Siguiendo una exigencia planteada por la Comisión, el Gobierno tendrá que presentar antes de final de mes un plan bienal que garantice el cumplimiento del déficit. Según este itinerario, el Ejecutivo deberá situar su desfase presupuestario en el 4,5 % en el 2013 y en el 2,8% un año después.

Otra de las decisiones adoptadas ayer sitúa al gobernador del Banco de Luxemburgo, Yves Mersch, como nuevo miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) en sustitución del español José Manuel González Páramo, cuyo mandato terminó el pasado 31 de mayo.

El acuerdo significa que el Gobierno español no ha podido finalmente situar a su candidato, Antonio Sainz de Vicuña, miembro actual del servicio jurídico del BCE, con lo que España pierde la plaza que le ha correspondido desde la creación del Eurobanco, siguiendo una tradición que garantizaba un sillón en el órgano de dirección a las cuatro mayores economías de la eurozona.