El organismo desgrana un rosario de indicadores en rojo donde únicamente se salvan de la quema el turismo y el sector exterior
28 mar 2012 . Actualizado a las 07:02 h.Aunque aún sin cifras, el Banco de España confirmó ayer, en el Boletín Económico correspondiente al mes de marzo, que la economía nacional ha vuelto a la recesión en el primer trimestre del año, después de cerrar el 2011 también con crecimiento negativo, concretamente con un descenso del 0,3 % respecto al trimestre previo.
Para conocer el detalle de los datos, que el supervisor describe como una «prolongación de la dinámica contractiva» iniciada en la recta final del pasado ejercicio, habrá que esperar a finales de abril, cuando también el Instituto Nacional de Estadística lo certifique.
Pero, aunque esperada -el ministro de Economía ya lo había avanzado y ayer volvió a decir que no espera recuperación antes de final de año-, la confirmación de que la economía vuelve a la uci no es menos inquietante. El Banco de España desgrana un rosario de indicadores en rojo, entre los que destacan el alza del desempleo y la caída de la demanda nacional, y donde únicamente se salvan de la quema el turismo y el sector exterior, que continúa actuando como flotador para las maltrechas finanzas del país, aunque su crecimiento se ha desacelerado un 5,4 % respecto al trimestre anterior.
Hay pocos motivos para el optimismo y así se refleja en el indicador de confianza de los consumidores y de los comerciantes minoristas, que retrocedió en enero y febrero hasta niveles similares a los del 2010. El boletín también recoge el descenso de las matriculaciones de vehículos y la caída del índice de comercio al por menor, lo mismo que la inversión en bienes de equipo. La demanda no recupera el pulso y los indicadores del sector de la construcción muestran que la contracción de este siguió intensificándose en el arranque de este año.
Solo el turismo exhibe músculo, ya que según el Banco de España, mantiene el tono de fortaleza» al crecer la entrada de turistas no residentes y aumentar el gasto y el número de pernoctaciones de los extranjeros.
Cobrar el paro, desincentiva
En lo que respecta al mercado de trabajo, el boletín apunta que la destrucción de empleo «se ha intensificado». Asimismo, la publicación dedica un capítulo específico a analizar la evolución del desempleo entre el 2005 y el 2011 y, entre otros aspectos, subraya el «impacto negativo» que tiene cobrar el paro a la hora de buscar un nuevo puesto de trabajo.
De hecho, el supervisor sostiene que «bajo determinadas condiciones el sistema de prestaciones puede reducir la intensidad de la búsqueda de empleo», es decir, que recibir cobertura desincentiva para incorporarse de nuevo a trabajar. También apunta que la probabilidad de que los empleados temporales acaben en el paro es casi diez veces más alta que la de los indefinidos.