El retrato de Maura regresa al Pazo de Liñares 20 años después

David Cofán Mazás
David cofán LALÍN / LA VOZ

LALÍN

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Estará en la sala dedicada a Loriga tras ser restaurado por María Alejos

19 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En enero del 2003 el equipo de Ecopol que estaba realizando los trabajos de rehabilitación del Pazo de Liñares descubrió un curioso hallazgo entre los enseres de la residencia: un cuadro del político Antonio Maura, presidente del Gobierno en varias etapas a finales del siglo XIX y principios del XX. Pues bien, este óleo de gran valor regresó al pazo lalinense 20 años después, su lugar de origen muchas décadas atrás. Concretamente estará expuesto en la sala dedicada al aviador Joaquín Loriga.

El regreso del cuadro de Antonio Maura a Liñares es el final de un largo proceso de restauración encargada por el Concello de Lalín en el 2003 a la especialista María Alejos. Un trabajo que tuvo un coste de 1.800 euros, pero de un valor patrimonial incalculable. Esta es una pintura al óleo de 50 x 60 centímetros que todavía encierra varias incógnitas. Principalmente quién lo hizo y quién lo mando hacer.

En el retrato aparece la firma de su autor, M. T. Vázquez., lo que para los expertos todo apunta a que se trata de una obra del pintor manchego Mariano Tito Vázquez Sánchez, que durante los últimos años del XIX estuvo afincado en Santiago de Compostela realizando retratos y escenas costumbristas. Además, en el óleo figura una indicación: «de fotografía».

Pero, ¿cómo llega hasta el Pazo de Liñares un cuadro de Maura? Según afirma el escritor, investigador y cronista oficial de Lalín, Daniel González Alén, tiene que ver con la relación de amistad que trabaron el ex presidente del Gobierno y Eliseo Loriga Parra, padre de Joaquín Loriga. Explica que ambos ocuparon puestos de relevancia próximos al rey Alfonso XIII, siendo el lalinense profesor y mayordomo de la Casa Real hasta 1926 y alcanzando la categoría de general de Artillería en 1931.

La proximidad y relación de estos con el monarca podría explicar la existencia del retrato en el pazo. Cabe recordar, que Eliseo se casó en Liñares y fue el lugar donde nació y se bautizó su hijo.

 

El retrato apareció acribillado por balines y con una colonia de gusanos en la parte del lienzo

Este insigne cuadro no se encontró en las buenas condiciones que goza hoy día. El arquitecto Rafael Candel Portell fue quien lo descubrió. En una entrevista a La Voz al poco del hallazgo, explicó que se encontraba en el salón principal «en medio de un montón de maderas de ventanas», por lo que probablemente estuviera condenado a acabar en la basura.

Aunque en ese momento Candel vaticinaba que se podría recuperar y quedar «en un estado casi perfecto», lo cierto es que el retrato apareció casi destrozado. Cuando se produjo el descubrimiento, la imagen del cinco veces presidente del Gobierno apenas podía verse. La podredumbre se apoderó del bastidor y el lienzo tras décadas de abandono, albergando incluso una colonia de gusanos. Pero también estaba roto, con agujeros de balines cual diana e incluso presentaba unos brochazos de minio.

Precisamente ese mal estado pudo permitir que escapase de la desaparición y llegase a las manos de María Alejos, que con un trabajo minucioso devolvió el esplendor a la obra de M. T. Vázquez. En el 2015 Alejos presentó el resultado final de la restauración. Realizó injertos de lino para salvar de la podredumbre la parte de abajo del cuadro, que se encontraba en un estado pésimo al haber estado posado sobre tierra mucho tiempo. Sin embargo, explicó que las mayores dificultades fueron las derivadas del deterioro del soporte y la parte acribillada por los balines.

En los últimos tiempos la obra se resguardó en las dependencias municipales

La llegada del cuadro al pazo tuvo un período intermedio desde el 2015 hasta la actualidad, una vez la obra quedó completamente restaurada. En un informe sobre el cuadro elaborado por Daniel González Alén para la Comisión Executiva do Padroado se decidió (a propuesta del investigador) su instalación en el Pazo de Liñares. En este lapso de tiempo de ocho años el cuadro estuvo resguardado en las dependencias municipales.

Con su vuelta a casa, el inmueble lalinense gana un atractivo más como punto turístico cultural de referencia en la comarca, que desde hace dos años alberga el Museo do Xoguete e da Marioneta.