El pasado año se creció en más del 18 % en las comarcas, siguiendo la estela del 2015
11 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Mientras la sequía amenaza con secar los brotes de la primavera, el turismo reverdece en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Al menos si evaluamos el crecimiento sostenible en las comarcas del número de pernoctaciones alcanzadas en sus establecimientos hoteleros y casas rurales. Durante el pasado año se incrementó la cifra de forma significativa. Ya se roza una barrera psicológica, las 100.000 noches de estancia durante los 365 días del año en alojamientos de los nueve municipios. En concreto fueron 99. 527 en el 2016.
Ese número de pernoctaciones supuso un crecimiento considerable sobre las computadas en el 2015, cuando se lograron 84.250. Pero los datos recientemente recogidos en un estudio del Instituto Galego de Estatística (IGE) permiten constatar la tendencia alcista en estos últimos ejercicios, en un sector donde pese a todo no creció de forma significativa la oferta de habitaciones. Por ejemplo, en el 2014 se consumieron solo 69.494 noches de estancia en establecimientos de las comarcas. Dos años después, fueron 30.000 más.
La comparativa entre los dos últimos ejercicios estudiados por el IGE en las comarcas supone cifrar en más de un 18 % el crecimiento, al pasar de 84.250 en el 2015 a 99.527 pernoctaciones en el 2016. Eso sí, a pesar de ser una subida significativa a nivel porcentual es menor que la existente entre el 2014 y el 2015, de más del 21 %, al subir de 69.494 a las 84.250.
A pesar de ese constante incremento de pernoctaciones en la zona en estos últimos años, todavía figura entre los destinos turísticos a la cola en Galicia en este indicador. En el 2016 se alcanzó solo el 1 % del total de noches en establecimientos hoteleros de Galicia, que superó los diez millones. Entre las dieciocho zonas de destino en que se reparte la comunidad autónoma, Deza-Tabeirós se sitúa como la cuarta con menor número de pernoctaciones. Por debajo solo están tres comarcas de la provincia de Ourense. En concreto Manzaneda-Trevinca, con 82.083 noches y el 0,8 % del total gallego; Celanova-A Limia, con 71.579 y el 0,6 %; y Verín-Viana, con 63.529 y el 0,6 %.
Falta visión global para el sector
Turismo es sinónimo de riqueza. Solo basta mirar los indicadores nacionales y el peso del sector en el PIB. O el incremento constante de turísticas a nuestro país. Y la lista de variables positivas podría crecer y crecer. Pero en nuestras comarcas ese potencial sigue pendiente de un acelerón donde las instituciones locales deberían jugar un papel significativo, no tanto en el plano individual como en el de conjunto. Cada municipio sigue haciendo la guerra por su cuenta sin que se establezcan líneas estratégicas que puedan beneficiar a la totalidad. Ni paquetes turísticos ni coordinación de calendarios para diseminar eventos atractivos y evitar coincidencias contraproducentes ni innovación al margen de citas clásicas o ya consolidadas en el calendario. Las pernoctaciones continúan al alza. Pero detrás puede haber muchas estancias de viajantes por negocios, de visitas puntuales a amigos o familiares que requieren dormir en un hotel,... entre otras circunstancias al margen del propio turismo. Y se sigue sin lograr que los múltiples atractivos que tienen Deza y Tabeirós generen estancias un poco más largas de los visitantes, con el consiguiente impacto económico.
Procedencia mayoritaria de visitantes de fuera de Galicia
Si evaluamos la procedencia de visitantes con estancia en Deza y Tabeirós-Terra de Montes, de nuevo la mayoría son de fuera de Galicia. El estudio del IGE constata que en torno al 60 % fueron turistas del resto de España o internacionales el pasado año. Un porcentaje similar al del 2015. Se sitúa por debajo de la media gallega, donde el 71 % fueron en el 2016 de fuera de las fronteras de la comunidad. Por encima de ese porcentaje se posicionaron comarcas como A Coruña-As Mariñas, Terras de Santiago o A Mariña Lucense, entre las dieciocho en las que se distribuye Galicia en el estudio.
Donde tampoco hay cambio es en la estancia media, que sigue en cifras bajas. Se sitúan entre uno o dos días, dentro de visitas más globalizadas a otras zonas turísticas. Sigue siendo un lugar más de paso.