El fuego quemó un almacén y parte de una granja de Cogal

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

RODEIRO

MIGUEL SOUTO

El incendio provocó la muerte por asfixia de 700 conejas abuelas

15 may 2014 . Actualizado a las 08:00 h.

Un incendio calcinó una zona de almacén y uno de los cuatro módulos de una granja de conejas de Cogal situada en la parroquia de Carboentes, en Rodeiro. La división de la explotación en distintas unidades evitó daños mayores y la propagación del fuego. Fueron los vecinos de la zona los que desde el exterior se percataron de la presencia del humo. El 112 recibió la llamada de alerta a las 13.08 horas. Los operarios se encontraban trabajando dentro de las instalaciones y no se habían percatado del incendio hasta que fueron alertados por gente desde el exterior.

Desde el almacén, el fuego se propagó a través de los conductos de ventilación al primer módulo que quedó completamente quemado. Este albergaba unas 700 conejas abuelas, según datos de la firma, que fallecieron ya por asfixia. En el almacén se guardaban cajas de cartón, cajas de poliespán y viruta para camas, pienso en sacos, un material combustible que lo convirtió en un polvorín. De hecho, según contaba ayer el gerente de Cogal, a las nueve de la mañana entró en el almacén un cargamento de viruta y «non entrou ninguén máis en toda a mañá». El almacén, explicaba Juan Castro, «é un búnker», pero dada la cantidad de material combustible que albergaba, el interior alcanzó temperaturas muy elevadas. El calor dobló las vigas de hierro y la techumbre de fibrocemento se desplomó tanto en la zona del almacén como en la del primer módulo.. Ambos quedaron poco menos que reducidos a cenizas. Se desconocen las causas del siniestro, aunque se pensaba en la posibilidad de un cortocircuito como posible explicación.

El segundo módulo contiguo se vio afectado por el humo y el fuego causó daños en el techo. Los bomberos ventilaron y los animales sobrevivieron todos, aunque dado el estrés sufrido no se descarta que en los próximos días alguna de las conejas pueda sufrir un aborto. El calor provocó daños en el el techo y es posible que se tenga que desmontar la cubierta. Cogal valoró en sesenta euros el precio de cada gran parental, lo que por las 700 que se perdieron arroja unas pérdidas solo en animales de 42.000 euros. El elevado precio se debe a que son conejas abuelas destinadas a la cría y lo que se paga es el recurso genético. Cada uno de los módulos que se quemaron tiene una superficie de unos 300 metros cuadrados. La explotación contaba con dos mil conejas abuelas para la cría. En un edificio separado se encuentra el centro de inseminación y otras instalaciones que no se vieron afectadas.

Cogal cifra en 60 euros cada una de las 700 gran parental quemadas.

42

Mill euros en conejos