Ningún otro futbolista de Segunda suma más trajetas que el deportivista
02 oct 2013 . Actualizado a las 15:21 h.Al Dépor le llevan los demonios de Culio, a quien le cuesta dominar el carácter en los partidos. «A mí particularmente me cuesta mucho controlarme. Ya dije que voy a tratar de calmarme y hacer bien las cosas, pero no puedo. Es más fuerte que yo. Lo vivo dentro del campo. Hasta mis compañeros me dicen a veces que tengo que calmarme un poco. Fuera del campo no soy así, pero dentro siempre quiero ganar y me paso un poco de la realidad», admitió.
Este talante volcánico le ha costado ya una expulsión por doble amarilla y otras tres amonestaciones en su debut en el fútbol español. Ningún otro futbolista de Segunda supera sus cinco tarjetas en las siete primeras jornadas y solo tres (los mallorquinistas Thomas, mediocentro, y Bigas, defensa, así como el central del Sporting Mandi) igualan las cifras del mediapunta. En realidad, solo un jugador, y en Primera, el central del Sevilla Cala, alcanza las seis amarillas, fruto de cuatro amonestaciones y una doble tarjeta.
El cuerpo técnico ya trabaja para domar el temperamento del argentino, de 30 años. A las charlas con el propio futbolista, al que tratan de hacer ver los perjuicios de, en caso de expulsión, dejar a su equipo con diez y no poder disputar la siguiente jornada, se suman las decisiones durante los partidos. Así, tras ser expulsado en Las Palmas y cumplir sanción frente al Córdoba, el mediapunta volvió a ser amonestado contra el Sabadell, pero Fernando Vázquez lo mandó al vestuario con el partido resuelto.
Desde entonces volvió a ver la amarilla contra el Murcia, aunque el entrenador lo mantuvo hasta el final en busca del empate. Y recibió la quinta el domingo, cuando jugó con una rotura fibrilar, pese a lo que disputó los noventa minutos después de que el Dépor hubiese variado el sistema (entraron Kaká y Seoane) y la lesión de Borja (sustituido por Luis Fernández).
Culio explicó por qué en España está siendo más castigado por los árbitros que en el fútbol turco, donde disputó las últimas temporadas. «Aquí puedo hablar en español. En Turquía no podía decir nada, así que no me amonestaban», señaló Culio, al que a veces también buscan los rivales para provocarle: «No pasa nada, porque yo también juego con ellos. Soy un poquito tonto, pero no tanto. Sé cuándo me vienen a buscar y cuándo no», apuntó.
«Me cuesta mucho controlarme. Ya dije que voy a tratar de calmarme y hacer bien las cosas, pero no puedo. Es más fuerte que yo»
«Aquí puedo hablar en español. En Turquía no podía decir nada, así que no me amonestaban»
Futbolista del Dépor