Pagar por competir en el Mundial

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

DEPORTES

CARMELA QUEIJEIRO

Cinco palistas gallegos desconocen cómo abonar facturas de 1.600 euros que les reclama la federación española por ir a las citas júnior y sub-23

26 feb 2017 . Actualizado a las 12:14 h.

Luis Rodríguez, Alexandre Castro, Andrea Vázquez, Antía Jácome y Jenifer Casal son piragüistas de élite. Todos luchan por un sueño: alcanzar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, su camino se ha truncado, ha sufrido un frenazo. Hace poco más de un mes la Real Federación Española de Piragüismo remitió a cada uno de ellos una factura con importes que superan los 1.600 euros. El motivo, haber competido en el Mundial júnior y sub-23, que se celebró en Bielorrusia.

A pesar de que la autofinanciación está a la orden del día en el piragüismo estatal, la sorpresa fue total para los cinco palistas. En primer lugar, porque remaban distancia olímpica, por lo que entienden que los gastos del viaje deberían correr a cargo de la federación nacional. El Náutico Boiro fue uno de los primeros clubes en dar la voz de alarma. A ellos le enviaron un factura de 1.606 euros por Andrea Vázquez, que compitió en la prueba de C-1 200 metros, modalidad que también se disputará en Tokio 2020.

«Tiñamos claro que non debíamos pagar. Foi unha sorpresa recibir esa factura. Ela estaba como bolseira no centro de alto rendemento de Sevilla, baixo un programa de formación para Tokio 2020. Nese proxecto están incluídas todas as competicións internacionais que faga», apunta el director deportivo del club barbanzano, Luis Ourille.

Cuando la entidad gallega se puso en contacto con la federación estatal, la respuesta que recibió fue que, según un acuerdo interno de junio de 2016, sería el club quien pagase el viaje. Tal y como apuntaba el escrito, firmado por el presidente de la federación, Juan José Román, «serán financiadas en su totalidad aquellas embarcaciones con mejores resultados». Desde el Náutico Boiro aseguran que nunca tuvieron constancia de ese cambio, que conocieron una vez que tuvieron la factura en sus manos.

Más afectados

La misma situación viven Luis Rodríguez y Alexandre Castro, ambos del Club Piragüismo Portonovo. Su presidente, Alberto Rodríguez, denuncia la total «indefensión dos dous rapaces. Non se fixo público que ían a financiar aos rapaces segundo os resultados. Temos as normas de participación de cando foron convocados e non era o que dicía».

Al igual que Ourille, Rodríguez afirma que en la convocatoria debería estar desgranado qué palistas tienen que pagarse sus propios viajes: «Sempre é así. Desa forma tes dereito a renunciar, ou a buscar ti a maneira de pagar o campionato. Neste caso non tivemos marxe para facelo».

El técnico del Cidade de Pontevedra, Miki Villanueva, desgrana el caso de dos de sus palistas, Jenifer Casal y Antía Jácome, similar a los que están viviendo sus compañeros de deporte. Ambas realizaron prueba olímpica, C2-500 la primera, y C-2 200 y C-2 500 la segunda: «Hay un programa de mujer y deporte, subvencionado por una empresa nacional. No tiene sentido que después se nos pase la factura ¿A dónde va el dinero?».

Por el momento, los tres clubes mantienen su postura de no pagar ninguna de las cinco facturas. «Estamos a la espera. Si pagamos tenemos que vender material de competición o dejar de realizar actividades», apunta Villanueva. «Se abonamos os recibos teremos que deixar de asistir aos diferentes campionatos de España», asegura con amargura Ourille.

La institución reconoce un posible error de comunicación con los clubes

El responsable del Plan Nacional de Tecnificación de la Real Federación Española de Piragüismo, Narciso Suárez, ofrece su versión sobre la polémica surgida después de que varios palistas recibiesen facturas por competir en Minsk, Bielorrusia. Reconoce un posible problema de comunicación con los diferentes clubes, ya que fueron varias entidades las que desconocían que deberían pagar los viajes de sus palistas por participar en el Mundial júnior y sub-23.

«La junta directiva de la federación sí lo sabía. La información debería haber llegado a todos los clubes, pero era vox populi que solo se financiaría a los mejores», apuntó el miembro del ente estatal. Suárez también reconoció que uno de los grandes problemas fue que el presupuesto para viajar a Minsk se disparó, ya que ellos tenían previsto financiar a más de 15 deportistas: «Tuvimos problemas con el transporte. No pudimos viajar directamente a Bielorrusia, hubo que hacerlo desde Barcelona e hizo que todo fuese más caro. Nos salió casi tan costoso como el Mundial de Canadá, a pesar de que este fue en una ciudad europea».

El futuro

Este año el Mundial se disputará en Rumanía y Suárez asegura que se podrán financiar alrededor de 36 deportistas: «Creo que irá casi todo el equipo, incluyendo a los técnicos». El miembro de la federación aseguró a su vez que el pasado año, tal y como les informó el Consejo Superior de Deportes, la prioridad eran los Juegos Olímpicos, además del equipo absoluto. Otro de los problemas, aseguró que fue que el Mundial y el Europeo, júnior y sub-23, pasó de ser bianual a anual, lo que exigió todavía más a las cuentas de la federación.