Tan rácana como práctica, redujo a una Bélgica decepcionante que solo puso en peligro a Buffon por medio de Lukaku
13 jun 2016 . Actualizado a las 23:22 h.Con frecuencia sucede, tal y como se vio en Lyon, que las expectativas colisionan con la cruda realidad al disputarse los grandes torneos. Cuando la presión de la alta competición se siente, los escudos, la experiencia y el gen competitivo suelen imponerse a los talentos que apuntan pero no acostumbran a pelear por los títulos con sus países.
La joven e ilusionante Bélgica, segunda en el ránking universal, se presentó en la Eurocopa 2016 con derecho a aspirar a todo, pero la primera se la llevó en la frente. Le superó una Italia mediocre que venía de fracasar en el Mundial de Brasil, sufre las ausencias de Verratti y Marchisio en su centro del campo y presentó un ataque vulgar. Y su técnico, Antonio Conte, estaba muy criticado por parecer más pendiente del Chelsea que de reconstruir a la Nazionale. «No podía quedarme en el garaje dos años más», llegó a decir el entrenador para justificar su marcha de Italia a Londres.
Ya avisó Wilmots en la víspera de que sus discípulos deberían de trabajar duro para sobrevivir a Italia, «más peligrosa cuando está más acorralada». Y añadió que veía a equipo un poco nervioso al llevar la etiqueta de favorito. El primero que acusó el temor al estreno fue él, ya que prescindió de Mertens y del veloz regateador Yannick Carrasco en el once titular para ganar centímetros con Fellaini, quien no termina de corregir su problema de juego ni con Bélgica, ni con el Manchester United.
Frente a una Italia bien ordenada atrás con esa zaga de tres centrales o de cinco defensas, en función de donde se ubiquen los carrileros Candreva y Darmian, Bélgica solo fue capaz de aproximarse una vez en todo el primer acto. Fue un disparo lejano de Naninggolan, centrocampista de la Roma, que desvió el viejo Buffon tras botarle el balón delante.
Los belgas no existían en ataque porque Hazard y De Bruyne, sus dos figuras, se abrían demasiado a los extremos y no entraban en juego. Lukaku, el poderoso punta del Everton, se vio desabastecido de balones. Y se le vio un tanto anárquico. Siempre que los belgas descubrían un espacio, aparecía una pierna de Barzagli, Bonucci o Chielline, los centrales juventinos, expertos, concentrados y apasionados por la Azzurra.
Los transalpinos se defendían sin sufrir y asumían que tendrían su oportunidad porque esta defensa belga es muy floja, como ya anticipó Lorenzo Insigne en una crítica que indignó a los Diablos Rojos. Las bajas de Kompany y Lombaerts le han destrozado. Ciman, el lateral derecho, juega en el Montreal Impact y no alcanza el nivel de un candidato a la Eurocopa. Pero el que más erró fue Toby Alderweireld, sobre el papel el más seguro. El central del Tottenham pecó de suficiencia, midió mal y se comió el pase largo que preludió el gol de Giaccherini, tras un gran control con la izquierda. A sus 30 años, el discutido centrocampista del Bolonia, sorprendió desde la posición de ariete.
Perdona Lukaku
Sin hacer casi nada, Italia tuvo el gol y dos ocasiones antes del descanso: un zurdazo de Candreva, el mejor del partido, que desvió con los puños Courtois, y un cabezazo de Pellè desviado, pese a no encontrar oposición de una zaga dormida o atenazada. Tampoco Vermaelen, casi inédito en el Barça, dio la talla.
Con el horizonte de la derrota, Bélgica aceleró tras la reanudación. Pudo empatar enseguida, pero Lukaku la cruzó en exceso ante Buffon. Respondió de inmediato Italia, aunque el balón cabeceado por Pelè lo desvió la mano dura de Courtois. Cuando entró Mertens, Hazard entró algo más en juego. Salió Origi por Lukaku, ese cambió que le dio rédito a Wilmots en el Mundial de Brasil, y más tarde Carrasco por un lateral. Pero ni con tres defensas y los demás al ataque, los belgas descompusieron a Italia, fea y rácana, insistente en las faltas tácticas, pero una apuesta más segura y letal en el contragolpe final culminado por Pellé.
Ficha técnica
Bélgica: Courtois, Ciman (Yannick Carrasco, min. 75), Alderweireld, Vermaelen, Vertonghen, Witsel, Nainggolan (Mertens, min. 62), De Bruyne, Fellaini, Hazard y Lukaku (Origi, min. 70).
Italia: Buffon, Barzagli, Bonucci, Chiellini, Candreva, Parolo, De Rossi (Motta, min. 78) Giaccherini, Darmian (De Sciglio, min. 59), Pellè y Éder (Inmobile, min. 75).
Arbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra): Mostró amarilla a Chiellini, Éder, Bonucci, Motta y Vertonghen.
Goles: 0-1, min. 32, Giaccherini. 0-2: min. 93, Pellè.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada en el grupo E, donde también compiten Suecia y la República de Irlanda, disputado en el estadio Parc Olympique Lyonnais. Lleno.