Los momentos que han determinado el futuro del hombre que en el 2009 relevó a Pedro Muñoz
06 abr 2021 . Actualizado a las 17:41 h.Los últimos meses de Escañuela como presidente de la RFET estuvieron plagados de despropósito, que desembocaron en su inhabilitación permanente hasta que se resuelvan los expedientes disciplinarios que pesan sobre él. Desde la renuncia de Carlos Moyá a continuar como capitán de la Davis después del descenso de categoría en Brasil hasta ayer, cuando salió a la luz el documento en el que se recoge su adiós definitivo a partir del 19 de julio, hubo varios momentos que han determinado el futuro del hombre que en el 2009 relevó a Pedro Muñoz.
El nuevo capitán
Tiene abierto un expediente en el TAD por este motivo. El acta que presentó de la junta directiva en la que se abordó el nombramiento de Gala León, en principio, no contiene la firma del secretario. Pero, sobre todo, quebró el consenso tanto con los jugadores como con algunos miembros de su junta que sentían que la decisión de darle el testigo a Gala León no se adaptaba a los perfiles profesionales que se habían marcado para el puesto.
La dimisión de los afines
A finales de mayo, los presidentes de las federaciones de Baleares, Ceuta, Extremadura, Galicia y Navarra dijeron basta. Presentaron su renuncia a seguir en la junta directiva. «A lo largo de este último tiempo, este grupo de federaciones hemos intentado aplicar la lógica, consensuar, crear protocolos claros, potenciar una nueva cultura de trabajo. Pero ha sido imposible, por lo que creemos que lo mejor para el tenis español en este momento y para la RFET es abandonar la Federación», explicaban entonces.
El desvío del dinero
En pleno temporal, la semana pasada La Voz publicó en qué había dilapidado Escañuela más de 240.000 euros que habían sido desviados desde las cuentas de la RFET hacia la Fundación del Tenis Español durante los ejercicios 2012 y 2013. El ente creado por el propio Escañuela para la promoción del tenis acabó sirviendo para pagar gastos de abogados, viajes e incluso se abonaron 12.000 euros en caramelos.