La doctora Susana Rodríguez

X. R. C. VIGO

DEPORTES

Oscar Vazquez

Campeona de triatlón, es la primera deficiente visual gallega que se licencia en medicina

11 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Susana Rodríguez Gacio se convirtió en la primera gallega (y la segunda en España) que con menos de un 7 % de visión se licenció en Medicina. El dato cobra más dimensión si a la nueva doctora, que también terminó fisioterapia, se le añade su currículo deportivo, en donde destaca el campeonato de Europa de paratriatlón y el bronce en el mundial.

La viguesa, con albinismo y con unos porcentajes de visión en sus ojos entre el 5 y el 8 %, es un ejemplo de superación permanente. El lunes a primera hora del día hizo el examen de dermatología y tan pronto abandonó la facultad se desplazó hasta Sierra Nevada (Granada) para un ciclo de tres semanas en altitud, pero dejando hecho por adelantado el examen de Médica 3.

Última asignatura

Se fue sabiendo esta nota, pero le quedaba derma, como ella misma le define «una asignatura interesante pero bastante difícil para mí porque se basa mucho en imágenes», lo que complica el aprendizaje para quien percibe formas sin nitidez. El martes, después de entrenar y con suspense incluido (por falta de cobertura) confirmó que había aprobado la asignatura que le faltaba. «Me puse nerviosa, llamé a una amiga, buscó la nota y me dijo que había aprobado. Me puse supercontenta, después de tanto esfuerzo llegó la recompensa».

Una alegría que contagió a quienes viven con ella el día a día. «Había gente incrédula que pensaba que no tenía nada que hacer, pero ha demostrado con sacrificio y constancia, como hace en el deporte, que todo lo que se propone lo consigue», proclama orgulloso su técnico Luis Piña.

La culminación a un año duro para poder compaginar mucho estudio y cuatro horas de media de entrenamiento, con jornadas que comenzaban a las siete y media de la mañana y finalizaban pasadas las dos de la madrugada. «Cuando de verdad quieres algo, es mucho esfuerzo el que puedes hacer para conseguirlo. Fueron muchas horas de estudiar y entrenar. Días que iba a dormir reventada planteándome cómo iba a hacer al día siguiente, pero por la mañana me levantaba con ilusión y con ganas de seguir», aunque en más de una ocasión tuvo que hacer una parada en la sobremesa para dormir la siesta «porque no daba aguantado».

Situaciones complicadas

En el último año de carrera fueron asignaturas como Histología 1 y 2 -«que son mucho de imágenes y ver microscopio»- las que más le costaron, igual que dermatología -«porque era de contenido de imágenes»-. También algún examen que cayó horas después de un éxito deportivo: «Cuando ganamos el Europeo en vez de dormir con la satisfacción del trabajo bien hecho me quedé la noche estudiando porque el lunes tenía un examen».

Tanto ajetreo, algo habitual en una vida en donde la organización y los horarios han sido milimétricos, continuarán pese a que Susana ya sea una doctora. En Sierra Nevada, sobre la mesa de su habitación ya tiene dos cuadernos para comenzar la próxima semana a preparar el MIR, cuyo examen afrontará en enero del 2016, año olímpico en el que no descarta, en función de los resultados, priorizar el deporte, «porque los Juegos son una vez en la vida».

Y la medicina para toda la vida tras la cita olímpica. Después de probar y saber a qué disciplinas puede acceder, ya tiene un abanico de opciones para especializarse: endocrinología y nutrición, psiquiatría, alergología y medicina preventiva son las opciones. Solo falta escoger. Para seguir abriendo el camino.