Clausuran el campo del Meirás por insultos racistas al colegiado

Iván Antelo, Jose Valencia REDACCIÓN

DEPORTES

CÉSAR TOIMIL

Es la primera vez que en Galicia se cierra un recinto de fútbol por este motivo

19 feb 2015 . Actualizado a las 16:16 h.

Se acabó la tolerancia con la xenofobia en los campos de fútbol. La Federación, a través de su renovado Comité de Competición y Disciplina, decidió anoche clausurar el recinto de juego del Meirás «por la falta de represión de comportamientos racistas reiterados por un sector del público, en aplicación del artículo 65.2.4º del Reglamento Disciplinario y tras estimar parcialmente las alegaciones presentadas en cuanto a la actuación del delegado». Hechos por los que el club deberá jugar un partido a puerta cerrada.

Los hechos constitutivos de sanción sucedieron el pasado sábado 14 de febrero, en el transcurso del partido que enfrentaba al Meirás Club de Fútbol y el Eume Deportivo, en el campo Misael Prieto de Valdoviño, correspondiente a la jornada 23 del grupo primero de Primera Autonómica. «Los gritos racistas se los hicieron al árbitro, que es colombiano y de piel mulata. Cansado de recibir insultos, paró el partido durante veinte minutos y pidió la presencia de las fuerzas de orden pública. Como el tiempo apremiaba porque la luz solar estaba desapareciendo, lo reanudó sin que estas llegaran y la verdad es que el encuentro ya se desarrolló sin más cánticos hasta el final del duelo», relatan fuentes de la Federación Gallega de Fútbol, consultadas anoche por La Voz. El colegiado del encuentro fue Jeisson Aguado Castaño y el encuentro curiosamente finalizó con victoria local por 1-0, tanto anotado en el minuto 32 por Pablo Riveira.

Se trata de la primera sanción de clausura por cánticos racistas en el fútbol gallego. «Se ha aplicado la Ley del Deporte del 2012. Como en este caso se trataría de una sanción muy grave, con un mínimo de 301 euros, y como el club había colaborado para que los cánticos cesasen a través de su delegado, que subió la grada a hablar con la gente, se entendió que la multa económica iba a perjudicar mucho al club y los verdaderos responsables eran los aficionados. Por eso se decidió que era mejor cerrar el campo que meterle una multa económica al Meirás», argumentan desde la Federación.

Aunque esta es la primera sanción de clausura en Galicia, en España ya hubo un precedente. Fue tras el Llagostera-Racing de Santander de la fase de ascenso a Segunda División A, cuando una aficionada local realizó gestos racistas a Koné. Los catalanes tuvieron que comenzar el presente campeonato jugando a puerta cerrada.

Descontento en el Meirás

Sindo Moreira, el director deportivo del Meirás, aseguró ayer a La Voz de Galicia que no está de acuerdo con lo que escribió en el acta el colegiado del encuentro y mucho menos con que lo que sucedió derivara en un tema de racismo: «Es verdad que desde la grada se insultó al árbitro, aunque no fueron insultos racistas. No estamos de acuerdo con la redacción del acta del árbitro», expresó.

Indicó que en este sentido enviaron las alegaciones al Comité de Competición y Disciplina de la Federación Gallega de Fútbol: «No era un árbitro negro, no eran insultos racistas, no entendemos por qué ahora se lleva todo lo sucedido como un caso de racismo», indicó. «Queremos estudiar bien la sanción y posteriormente decidiremos lo que haremos», finalizó el dirigente del club de Valdoviño.

Si el Comité de Apelación no lo impide, el Meirás deberá jugar a puerta cerrada su partido del próximo 1 de marzo contra el Club do Mar de Caión.