El coruñés Mauro Triana tiñe de oro la velocidad gallega

Xosé Ramón Castro
x. r. castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Ganó el 200 del nacional promesa y se quedó a 10 centésimas de un récord del año 82

16 feb 2015 . Actualizado a las 16:43 h.

Mauro Triana (A Coruña, 1995) devuelve al atletismo gallego al espectro de la velocidad. El atleta del Coruña Comarcas no solo se hizo con su primer oro a nivel estatal en su primer año promesa en una prueba tan compleja como los 200 metros, sino que batió el récord gallego sub-23 en dos ocasiones durante el fin de semana y se quedó tan solo a diez centésimas de uno de los registros absolutos anquilosados en el tiempo del atletismo galaico, el récord (21s 76d) de Isidoro Hornillos vigente desde 1982.

«Había entrenado muy bien todo el invierno pero estábamos preparando el aire libre, pero ha hecho dos grandes carreras en Antequera», comenta José Carlos Tuñas, el máximo responsable del Coruña Comarcas. En la primera, la semifinal del sábado, se clasificó con un registro de 21s 94d, que ya era récord gallego promesa, pero en la final del domingo le comió cinco centésimas a la misma marca dejando el registro en 21s 86d. «Salió por la calle cinco, en la compensación ya se colocó de primero y ganó con un excelente tiempo», indica su entrenador.

Mauro lleva algo menos de un lustro en el atletismo. Recuerda que se calzó las zapatillas por primera vez para competir en septiembre del 2010, aunque en triple salto. Un año después ya tenía claro que la velocidad era su escenario ideal y desde entonces se ha consagrado al doble hectómetro, aunque también hace 100 en verano y 50 y 60 en la temporada invernal. «Me encuentro muy cómodo en esa distancia», dice de los 200.

El coruñés no es un desconocido en el concierto de la velocidad en las categorías de formación, pero el oro se le había resistido hasta ayer. En campeonatos de España acumulaba seis platas y un bronce. «Lo he conseguido cuando competía con atletas dos años mayores que yo», recuerda, un aspecto al que Tuñas le da una singular importancia y que evidencia el margen de crecimiento que su atleta tiene por delante.

El próximo fin de semana volverá a Antequera para intentar limar esa diferencia de 10 centésimas, aunque él opta por la mesura: «Parece poco pero nunca se sabe, de momento no he batido el récord, pero desde luego que estaría bien». Para verlo con sus propios ojos, allí estará Isidoro Hornillos, que 33 años atrás había establecido el registro en Milán. Ayer fue el primero en felicitar al que será su sucesor al frente del ránking.