Cuatro meses sin Álvaro Queijeiro

Iván Antelo A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Se lesionó en la gira colombiana del Dépor y ahora lucha por volver a jugar

30 nov 2014 . Actualizado a las 09:15 h.

Era un 25 de julio. Día de Galicia. Un ilusionado Álvaro Queijeiro cumplía su sueño. Jugar como titular un partido con el equipo de sus amores. Lo que para muchos era un marrón, para el canterano, lo de la gira colombiana, era todo un privilegio que encaraba con entusiasmo. Fabricio, Manuel Pablo, Lopo, Insua, Canella, Juan Domínguez, Luisinho y Toché eran algunos de los que le acompañaban al saltar al campo, para jugar contra el Independiente de Santa Fe. Un día feliz. Nunca sospechó que también iba a ser el inicio de su infierno.

«Recuerdo que eran los últimos compases de la primera parte. Llevaba unos minutos con molestias y al final sentí un pinchazo», señala el protagonista. Le hicieron pruebas al llegar a España y el parte fue claro: «una rotura de fibras». «Una rotura normal, no sé...». Justo en el peor momento. En su gran oportunidad con el Dépor. «Víctor Fernández me trataba como uno más de la primera plantilla. Le estaré siempre agradecido por ello», destaca.

Recaída

Cualquier chaval de 21 años -la edad de Queijeiro- se hubiera venido abajo ante tal zancadilla a su carrera deportiva. Pero el coruñés cogió el toro por los cuernos y luchó para volver lo antes posible. «Me encontraba bien e incluso iba por delante de los plazos previstos. Y precisamente porque me sentía bien, me incorporé al grupo y esa misma semana ya noté otra vez molestias», relata. Algo no iba bien, y pronto las sospechas de Álvaro se acabarían confirmando. «Me hicieron una resonancia y se vio que era una recaída. Que además era en el cuádriceps, en una zona básica para el futbolista porque es clave en acciones como el golpeo. Así que a partir de ahí ya tuve que ir despacio. Poco a poco...», describe.

Esta semana se cumplieron cuatro meses desde el inicio de todo el proceso y Álvaro afronta con ilusión la recta final de su recuperación. «Lesionado se pasa fatal. Es lo peor que te puede pasar. Te notas muy impotente sin poder ayudar a tus compañeros», apunta. «La semana pasada ya pude entrenar con mis compañeros, pero aún no nos fijamos nada para volver. Las lesiones tienen unos plazos y no puedes adelantarlos. Es bastante jodido estar en esta situación así que hay que lLevarlo de la mejor manera posible. Hay que ir controlando que la pierna responda bien e ir poco a poco» añade, ante la pregunta de si ya estará la próxima semana en casa contra el Barbadás o la siguiente en Vilagarcía.

Mucho cariño

Las lesiones nunca son agradables, pero Queijeiro se queda con todo el apoyo recibido por el Deportivo. «Los jugadores del primer equipo y Víctor Fernández también se interesaron mucho por mi durante este tiempo. Alguno incluso bromea conmigo y me pregunta si me he ido de vacaciones», revela sonriente. «En la pretemporada viví muchos momentos buenos con ellos. No sabría destacar uno. Fue una experiencia fantástica. Ojalá pueda volver... Sería un sueño».