El eterno dominador de España

Miguel Álvarez LUGO / LA VOZ

DEPORTES

José Cuba consiguió ayer su duodécimo título nacional en 120 kilos

16 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Posiblemente sea uno de los mejores deportistas que ha dado Galicia. Así lo demuestra con un palmarés en el que figuran doce títulos nacionales. Y ayer sumó otro en tierras madrileñas. José Cuba es el coloso que domina la lucha desde 2002 en la categoría de 120 kilos. Su tiranía es total. Pero siempre desde los valores y la humildad: «Yo respeto a todo el mundo, porque todos estamos al mismo nivel y somos competidores. Luego, unos ganan y otros pierden».

Cuba se inició en la lucha de forma casual. Acudía a un gimnasio de Vilalba cuando a Iván Castro, que después se convertiría en su entrenador, le llamaron la atención sus condiciones. Le invitó a probar la modalidad y no la dejó. Ayer, se hizo con otro título de campeón de España sin ceder ni un solo punto en todas las eliminatorias. Un clásico en su currículo dentro de las fronteras. Y eso a pesar de que las semanas previas a la cita no fueron las mejores para relajarse. El día 1 fue padre por primera vez y 72 horas antes de la competición se presentó al examen de una oposición.

Precisamente, su dedicación a los estudios y a la familia han propiciado que el coloso de Vilalba se tome su presente deportivo con mayor sosiego. «Llevaba un mes ajetreado, pero me encontré bien y disfruté mucho en el campeonato», afirma sobre su actuación de ayer.

Precisamente, el torneo supuso el regreso de Cuba a un Nacional. Solo se ha perdido dos citas en las últimas catorce temporadas: en 2009 por lesión y el año pasado por motivos personales. Pero sigue manteniendo el toque.

Desde el sacrificio que exige cualquier deporte individual y desde el trono que se ha labrado a base de esfuerzo, contempla con positivismo el presente de la lucha: «El nivel está creciendo en Galicia y en España, pero los medios para hacerlo no sean quizás los más adecuados».

Internacionalidades

La preparación de las oposiciones le ha llevado a perder algo de peso. Pero, a cambio, ha ganado velocidad. De reojo, mira al Mundial, que se disputará en el mes de septiembre. Pero advierte que primero se probará en un gran prix. «La selección no lleva a gente en todos los pesos. Ahora se han nacionalizado dos chicos y están contando bastante con ellos. Parto otra vez de cero, pero no me preocupa», asevera.

En sus planes pretéritos figuraba el sueño de clasificarse para unos Juegos Olímpicos. Pero desde la veteranía y el poso adquirido por la edad, ahora solo se marca metas a corto plazo. «No me preocupa el tema internacional, porque estoy involucrado en los estudios. En 2012 me llevé un palo económico bastante grande y no puedo aspirar a eso sin apoyo», explica le chairego.

Mientras tanto, se sigue entrenando por pasión hacia el deporte que le enganchó hace más de una década. Lo hace tres días en Vilalba y otros tres en Lugo, donde reside, en los que se dedica a la preparación física.