Tras la derrota ante el Atlético, el italiano escucha los primeros pitos y lee las primeras pullas en la prensa
01 oct 2013 . Actualizado a las 14:25 h.Carlo Ancelotti ya empieza a notar el fuego del Bernabéu. La derrota ante el Atlético de Madrid y la marcha poco convincente del equipo en lo que va de temporada provocaron los primeros pitos de la afición del Real Madrid y las primeras pullas en la prensa hacia el técnico italiano. Atrás quedaron los titulares que tildaban a Ancelotti del pacificador que necesitaba el Madrid tras el convulso fin de la era Mourinho.
El pobre juego del Real Madrid en el derbi madrileño resultó evidente y volvió a poner en el foco el traspaso de Özil, ya iniciada la temporada, que alteró los planes de Ancelotti, que proyectó un Madrid de toque y elaboración pero ha tenido que cambiar de idea. «Creo que los jugadores están listos para jugar en este sistema y vamos a mejorar. Tengo mucha confianza, porque el equipo tiene mucha calidad. Necesitamos mejorar muchas cosas. Tenemos que jugar más vertical, más rápido y más sin balón. Es un problema de velocidad», analizó Ancelotti tras la derrota ante el Atlético.
Esto es, más contragolpe, más fútbol directo, menos elaboración. La salida de Özil y la lesión de Xabi Alonso ha cambiado el ritmo de la temporada para el Madrid. A Ancelotti le criticó la grada por cambiar antes a Isco que a Benzema, sin el favor de la grada por su poca vitalidad en el campo, lejos de exhibiciones físicas como las de Cristiano Ronaldo o Di María. Tampoco cayeron simpáticas las decisiones de prescindir de Modric de inicio y la situación de Bale en el campo. El galés, cuyo esperado debut en el Bernabéu fue poco lucido, tuvo que jugar en la banda derecha, donde se ve muy limitado porque todo defensor sabe que se irá a su perfil zurdo.
«Tenemos un gran entrenador y una gran persona. La culpa es de los jugadores. Tenemos que dar más la cara y pelear más», le salvó la cara a Ancelotti Cristiano Ronaldo ante la prensa el sábado. Pero el Madrid no acaba de definirse y de no mediar el grueso error de Muñiz Fernández en Elche, la diferencia con el Barça y el Atlético bien podría ser ya de 7 puntos.