La orden judicial afecta a todos los partidos hasta el final de temporada
01 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El Deportivo vuelve a tener bloqueadas las taquillas. Así lo ha ordenado la jueza de Primera Instancia número 1 de A Coruña, que dictó un auto el pasado día 22 en el que decreta el embargo de la recaudación que realice el Deportivo en los encuentros que dispute esta temporada como local desde el partido de mañana, frente al Alcorcón, hasta final de temporada. Estos son los duelos ante el Alcoyano, el Córdoba, el Murcia, el Elche, el Valladolid, el Las Palmas y el Huesca, hasta cubrir una deuda cercana a los trescientos mil euros.
En ese mismo auto también ordena el embargo de cualquier cantidad que se le reconozca a la entidad blanquiazul en el concurso de acreedores del Racing de Santander, en el que está personada. El tercero de los bloqueos decretados la pasada semana corresponde a «cualquier cantidad presente o futura» que pueda recibir el Deportivo que corresponden al conocido como seguro de descenso.
Esta orden judicial supone una ampliación de los embargos concedidos el 2 de mayo del año pasado a favor de Mondo Ibérica por los casi trescientos mil euros (226.307 de principal y 67.892 de intereses y costas) que le adeuda el Deportivo. Esta fue la empresa que construyó en el 2003 el campo de hierba artificial que posee el Deportivo en Abegondo y que aún no ha cobrado.
Entre esos embargos concedidos el pasado mes de mayo se encuentran varias parcelas que tiene el Deportivo en Abegondo, los derechos de cobro que pueda ejercitar la entidad blanquiazul sobre varios clubes (entre ellos el Zaragoza y el Wigan), así como sobre Caramelo, Lotto, LFP, federación española, La Sexta o Gol Televisión.
No es la primera vez que el Deportivo se enfrenta al embargo de la recaudación de las taquillas. El Mallorca -al que el club coruñés todavía adeuda un pagaré más intereses y costas que suman otros trescientos mil euros- también tuvo bloqueada la recaudación de la taquilla hace dos temporadas e incluso pidió el nombramiento de un administrador judicial, que la magistrada le concedió, pero que no llegó a ejercer.