Inglaterra defiende su flor

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El campeón no goza de ventajas en un Seis Naciones tan igualado como renovado y que sitúa el rugbi europeo a juicio tras el reciente Mundial

04 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Seis Naciones que arranca este sábado en el parisino Stade de France a las tres y media de la tarde está llamado a iniciar una época en el rugbi europeo. El Viejo Continente se vació en el Mundial celebrado en Nueva Zelanda hace cuatro meses protagonizando un duelo Europa-Resto del Mundo que a punto estuvieron de ganar los galos frente a unos neozelandeses que se creían todopoderosos.

Nada asegura a los campeones ingleses que puedan llevar ventaja por ser el equipo con mejor palmarés. Y menos cuando dan cerrojazo al torneo el mismo día de San Patricio (17 de marzo), patrón de Irlanda, precisamente con la visita del XV del trébol a la catedral Twickenham.

El campeonato de selecciones más antiguo del mundo no ha perdido ni un ápice de su interés en su siglo y medio de vida. Esta edición será la reválida del Mundial. Pero todo apunta a que no tendrá nada que ver. Para empezar, la renovación a la que se han visto sometidos todos los equipos tanto en sus plantillas como en los cuerpos técnicos augura un certamen tan igualado como impredecible. Como siempre, ya que se disputa a una vuelta, el sorteo de los partidos es clave.

Francia e Italia protagonizan el desigual duelo inaugural. Los galos estrenan entrenador, Philippe Saint-André, después de la renuncia de Lievremont, que a pesar del subcampeonato mundial fue incapaz de controlar los escándalos en el grupo, similares a los de sus homólogos futbolistas. A pesar de ello, supo competir cuando la ocasión lo requería. De su capacidad de regeneración depende su éxito. Tiene el mejor calendario, al recibir en París a Irlanda e Inglaterra.

Italia se jugará con Escocia el último puesto y el deshonor de la Cuchara de Madera. Los demás resultados, salvo sorpresa, están cantados. Ha crecido en los últimos tiempos y Escocia ha perdido grandeza.

Inglaterra se autodestruyó tras el Mundial, a golpe de escándalos y de retiradas como la de Wilkinson. Tras el adiós de Martin Johnson, el nuevo seleccionador, Stuart Lancaster tendrá que demostrar que no solo sabe dirigir a jóvenes promesas. Debilitada por las lesiones, afronta un durísimo estreno ante Escocia en Murrayfield. Recibe a Gales e Irlanda, pero para San Patricio puede estar ya todo decidido.

Mientras, Irlanda es una incógnita capaz de pasar de campeona a fiasco, Gales podría ser el tapado si confirma su excelente actuación en el Mundial. La proyección de su joven equipo invita al optimismo.

Un torneo que arrancó en el siglo XIX y que en el primer tercio del veinte se permitió el lujo de expulsar a Francia acusándola de profesionalismo no podría sino potenciar sus tradiciones y valores. Por respeto a los 150 millones de telespectadores (solo teniendo en cuenta a los habitantes de los seis países participantes), testigos insobornables. Los trofeos intermedios del Seis Naciones tienen, en ocasiones, el mismo peso moral que la propia victoria absoluta.

Del Grand Slam (pleno de victorias) a la Cuchara de Madera (pleno de derrotas, con origen en la expresión «cabeza de serrín»), pasando por la Copa Calcuta (entre Inglaterra y Escocia) y la Triple Corona (al mejor equipo del Reino Unido). Inglaterra encabeza el palmarés con 26 títulos, seguida de Gales con 24.