Los Lakers recuperan la iniciativa en Boston gracias a Derek Fisher

D. V. MADRID/COLPISA.

DEPORTES

10 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El río vuelve a su cauce. Los Lakers demostraron que hoy por hoy son superiores a los Celtics porque tienen un equipo más completo con un banquillo más resolutivo. Los angelinos se impusieron por 84-91 en el feudo del rival y recuperaron así el factor cancha en la final. Los de Phil Jackson realizaron un juego eficaz en ataque y firmaron una buena defensa. Solo sufrieron un pequeño bache al final del tercer cuarto y al comienzo del último periodo. Pero fue suficiente para que los locales se asomasen a la victoria. Sin embargo, apareció el veterano Derek Fisher para resolver a lo Kobe Bryantcon 11 puntos en los minutos finales y dar victoria a los vigentes campeones, que dominan la serie 2-1.

Espoleados por su triunfo en el Staples Center, los Celtics comenzaron abrumando a los púrpura y oro hasta lograr un parcial de 12-5. Pero los Lakers reaccionaron de la mano de Kobe Bryant. El escolta fue el máximo anotador de los suyos con 29 puntos que borraron la mala imagen ofrecida en el partido anterior. Además, capturó siete rebotes y repartió cuatro asistencias. Liderados por la estrella angelina, los californianos dieron la vuelta al marcador y acabaron el primer cuarto con una ventaja considerable (17-26).

Pau Gasol estuvo más apagado de lo habitual, quizás castigado por el esfuerzo de partidos anteriores. Aun así logró un doble doble con 13 puntos, 5 de 11 en tiros de campo y 3 de 6 desde la línea personal. Además, capturó 10 rebotes en 39 minutos.

Los Celtics fueron de más a menos. El héroe Ray Allen se convirtió en villano. Pasó del récord de triples en una final a un desastroso 0 de 13 en tiros de campo. A su penosa actuación se unió el base Rajan Rondo. Solo Kevin Garnett rayó a gran nivel y aprovechó la fragilidad de Gasol para sumar 25 puntos y 6 rebotes. Pero la actuación del pívot de Boston no evitó que los suyos se marchasen doce puntos abajo al descanso (40-52).

En la segunda parte hubo una tímida reacción local debido al bajón de Bryant. En el último cuarto el marcador reflejaba un ajustado 68-69. Fue entonces cuando apareció Fisher con 11 puntos milagrosos y salvadores. Los Celtics ya no tuvieron fuerza ni tiempo para recuperarse del nuevo golpe. Ahora Boston ya no tiene margen para nuevos tropiezos.