«Me dieron la baja por el nivel de estrés que me causa la movida de Betanzos»

D. Vázquez BETANZOS / LA VOZ

BETANZOS

CESAR QUIAN

Los vecinos denuncian incumplimientos de horario, ruido e insalubridad

31 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro pubs y una discoteca convierten la rúa Rosalía de Castro en el epicentro de la movida de Betanzos, referente para los jóvenes, y un calvario para los vecinos, que trasladaron, antes del San Roque, su malestar a la alcaldesa, María Barral. Pero la ampliación del horario durante los festejos agravó aún más su problema. Residentes en el número 11 reclaman conocer las licencias de los establecimientos, denuncian que registran importantes vibraciones en sus viviendas y se sienten indefensos por lo que califican como continuos incumplimientos del horario, ruidos, inseguridad viaria y problemas de salubridad debido a los hábitos de los jóvenes que se reúnen de noche e incluso ven amanecer el día en la zona.

«Esta siempre fue una calle de fiesta, pero ahora el bamboleo empieza a las once y acaba a las siete», comenta una vecina, y otro residente apostilla que «están cerrando todos fuera de hora, incluso cuando hemos avisado a la Policía Local», cuestionando que las peticiones para que realizaran mediciones en sus casas han resultado, por el momento, infructuosas.

Los afectados coinciden en señalar que otro de los problemas que acarrea la movida es la suciedad, con jóvenes utilizando los portalones de los garajes como urinarios improvisados y teniendo que soportar que los orines se cuelen en los párkings. Además, aseguran que sacan las bebidas a la calle, aunque no esté permitido. Este tipo de comportamientos derivan, a su entender, en daños en los portales, que les han provocado que hayan tenido que cambiar las puertas. «Vienen en autobuses a Betanzos, pero, ¿ese es el turismo que queremos para Betanzos?», se pregunta Begoña Torres que vive en esa calle y relata cómo incluso tuvo problemas en una ocasión por la mañana para llevar a su marido al aeropuerto, porque se le interpusieron. Consideran que no tienen que ser ellos los que se enfrenten a la gente, si no que debería ser responsabilidad de la Policía Local. Los vecinos denuncian que los jóvenes utilizan la calle, en pendiente, para realizar acelerones, derrapes y carreras, aumentando con ello el peligro y los ruidos. «Me dieron la baja por el nivel de estrés que me causa la movida», explica Virginia Martínez, una vecina del 11, que asegura que no pudo ir a trabajar 12 días debido a la falta de descanso.

Amelia Naya, presidenta de la comunidad de vecinos del mismo portal, advierte de los actos violentos. Recientemente, en una pelea a un joven le rompieron la mandíbula y otro estuvo a punto de perder un ojo. «O Concello fai caso omiso ás nosas queixas», cuestiona. María José Delgado, presidenta del número 1, reconoce que «viernes y sábado aquí es un sinvivir». Ante ese jaleo optó por mejorar la insonorización de las ventanas y pasar los fines de semana fuera.

«Entiendo que los jóvenes se tengan que divertir, pero le pido al Ayuntamiento supervisión de los horarios y que haya presencia de la Policía Local cuando les toca cerrar, para que no se produzcan incumplimientos y que comprueben realmente si los niveles de ruido son los permitidos», señala otra residente.

Míriam García, que vive en la continua calle Alexandre Bóveda, vincula a los jóvenes de la movida con los destrozos en el entorno de su garaje. Relata que le descargaron un extintor y que los cristales han provocado pinchazos. Ella también opta por trasladarse los fines de semana, para poder tener algo de paz.