El Hospital A Coruña detecta un caso de neumonía lipodea por cigarrillo electrónico

Dolores Vázquez A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

El paciente, que es fumador, fue diagnosticado mientras estaba ingresado en el Chuac por otra patología

14 mar 2014 . Actualizado a las 15:42 h.

El Complexo Hospitalario Universitario A Coruña ha acogido hoy la presentación de un caso clínico con el que se ha demostrado que un paciente ha contraído una neumonía lipodea por cigarrillo electrónico, del que solo había a nivel internacional otro caso publicado con anterioridad. El enfermo estaba ingresado por otra patología previa, no relacionada con el consumo de tabaco y se le detectó la neumonía lipodea tras haber aumentado exponencialmente el uso del cigarrillo electrónico. Tras el cese del consumo presenta una mejoría.

Julia Tábara, médica adjunta y responsable de la Unidad de Tabaquismo del Servicio de Neumoloxía del Chuac, desaconsejó el uso del cigarrillo electrónico como alternativa al tabaco convencional destacando que contiene sustancias tóxicas, que no existen estudios que demuestren su eficacia como método alternativo para dejar de fumar y sí que se asocia a propiciar que los jóvenes se inicien en este hábito.

Destacó que se transmite erróneamente que el cigarrillo electrónico únicamente es vapor de agua y en una charla que impartió a la comunidad médica, con el título «Mitos y realidades del cigarrillo electrónico. Una nueva amenaza», alertó de los riesgos que su uso lleva asociados.

Reconoció que si bien fue inventado en el 2003 en China por un farmacéutico que buscaba una alternativa para los adictos al tabaco, ya que su padre murió de un cáncer de pulmón, en estos momentos se han popularizado distintos modelos sobre los que no existe, a su entender, el suficiente control.

Tábara, que detectó un gran bum del consumo tras estas Navidades, indicó que las sustancias que se inhalan no son inocuas, que hay desde los que llevan nicotina, productos cancerígenos, sustancias utilizadas en los anticongelantes o saborizantes que están diseñadas para la vía digestiva, pero no para ser inhaladas, lo que puede provocar problemas.

Incluso indicó que se ha documentado un caso de una persona que resultó con daños en la boca debido a la explosión de un cigarrillo electrónico.

La doctora expuso varios estudios sobre el uso del cigarrillo electrónico para combatir el síndrome de abstinencia del tabaco, que no avalan su eficacia, aunque sí «puede ser la puerta de entrada del consumo de jóvenes» mediante publicidades que inciden en la vertiente bio, eco y natural de su uso.

Tábara remitió a la recomendación de la OMS en la que se destaca que «no hay una evidencia científica para apoyar el uso terapéutico» del cigarrillo electrónico y en la que prohíbe expresamente que se anuncie como una forma de tratamiento del tabaquismo. A su entender, su uso debería tener las mismas restricciones que se aplican ya al tabaco.