Técnicos de la petrolera y del Puerto trabajan para agilizar los trámites
14 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.En abril del 2018 la terminal petrolera de Repsol estará en funcionamiento. Ese el plazo máximo marcado en el acuerdo sellado el pasado mes de octubre entre el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, y la Autoridad Portuaria, en un acto en el que las autoridades que no quisieron perderse lo que se definió como un momento histórico para la transformación de la fachada portuaria de la ciudad.
Más allá del acto protocolario, el ente que preside Enrique Losada informó de que Repsol formalizó ayer la solicitud oficial de una concesión en el puerto exterior, cumpliendo los trámites y los plazos pactados. Si bien en el puerto interior su concesión caducaba en el 2027, la nueva es por 35 años, lo máximo que permite la ley, aunque se apunta la posibilidad de una prórroga.
Ampliación
El documento recoge que prevé construir y explotar una terminal de graneles líquidos para descarga de crudo, un pantalán, el tramo del poliducto que discurre por dominio público portuario y el rack de tuberías que comunicará con esa terminal. Más allá de la ocupación inicial prevista, la petrolera contempla una posible ampliación en 285.000 metros cuadrados adicionales.
El Puerto apuntó que el equipo técnico formado por personal de la petrolera y de la Autoridad Portuaria ya ha mantenido varias reuniones con el «objeto de agilizar todos los trámites y permisos que son necesarios para el desarrollo de las obras, con la finalidad de cumplir el plazo y adelantarlo en la medida de lo posible».
Asimismo, se indica que Enrique Losada ha recordado que el traslado de la terminal de Repsol es uno de los principales motivos que llevó a la construcción de la dársena de punta Langosteira, por lo que se colaborará «en todo lo posible para que la operación se lleve a cabo con celeridad y en las mejores condiciones técnicas, dada su trascendencia para la ciudad».
Además de estas gestiones, desde la Autoridad Portuaria se destaca que se continúa con la tercera fase de las obras en el puerto exterior, que contempla la construcción de la galería de graneles líquidos y el túnel de desagüe, mientras que continúan las operaciones de carga y descarga de mercancías.
En ese sentido, el buque Monika Muller lleva toda la semana atracado en la dársena exterior por un nuevo traslado de cemento, la mercancía con la que se inauguraron los tráficos en punta Langosteira en junio del año pasado.