Dominó al Compos desde el inicio, pero acabó sufriendo tras el gol de Jimmy
05 oct 2014 . Actualizado a las 21:22 h.El derbi de San Lázaro tuvo el color verde de la indumentaria del Celta B. Echando mano de la reflexión que en su día hizo Menotti sobre el juego de la selección española, hubo un equipo que quiso ser torero desde el principio, sacó el capote, cogió el balón y mando. Y hubo otro que optó por ser toro, pero no acabó de embestir con determinación, se movió más por impulsos y se quedó sin premio.
El Celta B fue dueño absoluto de los primeros veinte minutos. En el doce, Borja Iglesias marcó tras controlar un balón dentro del área, justo después de haber marrado un mano a mano con el portero Ramón. En el veinte, el ariete provocó un penalti. Recibió el esfércio de un saque de banda y le ganó la partida a Portela. El mismo lanzó desde los once metros, y el cuero se fue al poste.
A partir de ahí el Compos empezó a adelantar líneas y equilibó un poco las fuerzas. Pudo empatar Manu Rodríguez, pero sacó Goldar un balón que iba hacia la red. Y al filo del descanso Jordan dilapidó la ocasión más clara del Celta B, a puerta vacía.
La segunda parte no disfrutó de un dominador tan claro, aunque siguió llevando la inciativa el Celta B. Tuvo la fortuna de encontrarse con un contragolpe que nació en un rebote, y Thaylor no perdonó.
Con la entrada de Teles el Compos ganó algo de verticalidad. Apeló más al fútbol directo y empujó más. Aun así, apenas inquietaba a Óscar Santiago, hasta que faltando cinco minutos Jimmy cazó una bolea y firmó un gran tanto.
De ahí al final hubo dos acciones polémicas en el área viguesa, y el árbitro no dudó en ninguna. En la primera, incluso sacó amarilla a Borja Navarro por entender que había simulado. En la segunda, no vio mano en un despeje defectuoso de De Amo.