El humo que obligó a parar el partido provocó picor de ojos y en la garganta
16 feb 2014 . Actualizado a las 02:54 h.Un bote de gas lacrimógeno, lanzado desde la grada de El Madrigal al área de Yoel provocó la interrupción del partido Villarreal-Celta en el minuto 87, cuando el marcador reflejaba aún 0-1 a favor del equipo vigués, que finalmente se impuso por 0-2. El humo que desprendió el objeto cuando golpeó en el césped obligó a los futbolistas de ambos equipos a retirarse a los vestuarios y a los aficionados a abandonar rápidamente el estadio del Villarreal. Jugadores y seguidores se vieron afectados en los ojos y la garganta como consecuencia del humo provocado por el bote de gas lacrimógeno cuando impactó sobre el terreno de juego. El objeto, según algunos testigos, fue lanzado por una joven cubierto con pasamontañas.
«Esta clase de personas sobran en el mundo del fútbol y no tienen que pagar todos por él. Esa gente no viene a disfrutar del fútbol, sino a desahogarse. Los gases hacen que te piquen los gases y la garganta y parece que te ahogas», comentó el portero del Celta Yoel, que se encontraba a escasos metros del bote de gas cuando fue lanzado. El portero salió disparado hacia el vestuario con los ojos rojos y con dificultades para respirar. Poco después el árbitro mandaba a los jugadores al vestuario y los aficionados abandonaban la grada ante las indicaciones de la megafonía. El partido estuvo detenido unos 20 minutos, se dio tiempo a los aficionados para que volvieran a la grada y el juego se reanudó con tiempo para que Nolito hiciese el 0-2.
Roig: «Una animalá»
«El Villarreal lamenta y condena lo que ha ocurrido. Este acto no representa a la afición del Villarreal, que es una afición tranquila. Ha sido alguien que ha venido a hacer mal al club y a hacernos daño», dijo el presidente del club castellonense, Francisco Roig. «Ha sido un bote de humo parecido al que utilizan los antidisturbios, aunque no es de ellos, pero se trata de algo similar. Soltar la anilla y lanzarrlo. Ha sido muy molesto porque todos hemos sufrido las consecuencias de ello. Alguien ha querido hacer mal por hacer mal», reiteró.
Roig, que consideró el lanzamiento del artefacto como algo «totalmente programado», explicó que ocurrió desde «la zona local y más tranquila de El Madrigal». «Estoy seguro de que ha sido una persona ajena al club, ha sido un acto vandálico y no tengo nombre nombre ni calificaciones», añadió el presidente del Villarreal. «Si lo tengo que decir en valenciano, diría una animalá». «Ahora mismo se están haciendo todas las investigaciones. El que lo ha lanzado ha salido corriendo del estadio. La policía está tratando de averiguar quién es esa persona. Espero que se identifique y que le caiga todo el peso que le tenga que caer», comentó Roig.
El incidente será considerado «grave» o «muy grave» por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (FEF), ya que el desarrollo del partido se vio alterado y el encuentro estuvo suspendido durante alrededor de 15 minutos, hasta que decidió reanudarse con sólo 150 espectadores en las gradas. El Villarreal será sancionado con una multa de al menos 3.000 euros y su estadio será apercibido de cierre e incluso clausurado.
El artículo 139 del Código Disciplinario de la FEF establece que «tendrán la consideración de faltas graves y se sancionarán con multa de hasta 3.000 euros, pudiéndose apercibir de clausura del terreno de juego e incluso acordar ésta por un período de uno a tres encuentros o hasta dos meses, los incidentes de público en general y el lanzamiento de objetos a las instalaciones y superficie de juego, en particular, que perturben de forma grave o reiterada el desarrollo del encuentro, provoquen la suspensión transitoria o definitiva del mismo o atenten a la integridad física de los asistentes».
El incidente ocurrió sólo cuatro días después del mecherazo lanzado a Cristiano Ronaldo en el Vicente Calderón, lo que le costó al Atlético sólo 600 euros de multa por un «hecho aislado» y «leve».