Los monumentos vigueses se visten de celeste para apoyar en el día clave
01 jun 2013 . Actualizado a las 22:16 h.Vigo transpira celtismo. En cada calle, en cada cafetería y en cada monumento. Porque desde ayer la ciudad está engalanada de celeste, vestida de tiros largos para que en el día definitivo de la lucha por la salvación, la urbe lata al ritmo que imponga el corazón de su equipo. La ciudad quiere volcarse con el Celta en el fin de semana definitivo, y las camisetas y bufandas con las que el Concello ha «vestido» a algunos de sus monumentos son solo un ejemplo.
Vigo es el Celta, y el Celta es Vigo, y por eso el Sireno exhibe desde ayer una gigantesca camiseta celeste con el número 12, el de la afición que ha llevado en volandas al equipo durante toda la campaña. Lo mismo que la escultura de los redeiros de Gran Vía, que por un fin de semana han cambiado las redes por la elástica celeste. Es la perfecta metáfora para el día en el que el equipo se juega la salvación. Todos tirando en la misma dirección para conseguir un objetivo común: la salvación.
Hasta el monumento de los caballos de la Plaza de España luce desde ayer a mediodía sus mejores galas con banderas colgadas a modo de bufandas del Celta.
Hace casi un año la ciudad se echó a la calle para celebrar el regreso a Primera, y ahora el deseo es hacerlo para festejar la permanencia en la máxima división. Por eso ayer camisetas, chándales y bufandas pululaban ayer con orgullo por las calles vigueses. Hoy esas mismas, y muchas más, pintarán de celeste el entorno y las gradas de Balaídos. Las banderas volverán a los balcones, y, una vez más, Vigo será el Celta.
«No se puede bañar nadie, pero hay agua»
«No se puede bañar nadie en la fuente, pero que sepan que hay agua». El comentario fue lanzado ayer por el alcalde a la afición del Celta durante la puesta en marcha de la fuente de la plaza de América, donde los forofos celestes suelen celebrar los triunfos de su equipo. Tras un tiempo fuera de servicio por problemas de filtraciones en el vaso y en las paredes exteriores, al fin logró subsanarse la avería «complicada, pero no cara», tal como la calificó el alcalde. En concreto la reparación costó 12.000 euros. «No es que le ponga agua para que mañana (por hoy) si el Celta sigue en Primera, se venga la gente a bañar, pero no queríamos que el equipo siguiera en Primera sin agua», insistió el alcalde una y otra vez para concluir con un «tenemos todo preparado».