Un robot envasa la medicación personalizada de 200 pacientes

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

CDLUGO

El titular de la botica asegura que el sistema, único en Galicia, evita errores y posible contaminación

03 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Varela -titular de la farmacia Pintos, de la Ronda das Fontiñas- lanzó, hace cinco años, una apuesta por ampliar los servicios a sus usuarios, en una actividad en la que existe una gran competencia. Puso en marcha un novedoso sistema, único en Galicia, para dispensar medicamentos en dosis. Los envasa de forma personalizada un robot y lo utilizan semanalmente unos doscientos pacientes, buena parte de ellos de residencias de mayores, algunas ya de fuera de Lugo. El uso del sistema automatizado es lo que diferencia a esta botica del Lugo de las del resto de Galicia, que entregan la medicación a sus usuarios, envasada a mano en bolsas desechables, según las tomas. El sistema elimina errores y posible contaminación, y garantiza la trazabilidad, según aseguró Manuel Varela.

Un aplicación para el móvil

La oficina de farmacia de la Ronda das Fontiñas también cuenta con una aplicación informática, que le permite mandar mensajes al móvil de los pacientes para recordarles que tienen que tomar la medicación. La aplicación la desarrolló una empresa lucense, Anunciaris, que tiene su sede en las inmediaciones de la botica y que también hizo la página web.

Si bien los envases con la medicación son más útiles y cómodos para las personas mayores -en especial para las que viven solas, porque les evita estar pendientes de qué tienen que tomar-, la aplicación informática suele utilizarla gente más joven, generalmente pacientes a los que les cuesta recordar que tienen que medicarse.

El farmacéutico insistió que entre los usuarios no solamente figuran personas mayores sino también pacientes jóvenes.

El robot, en Barcelona

La farmacia lucense efectúa el pedido a Barcelona, que es donde está operativo el robot, a través del ordenador y según la prescripción médica que figura en la receta electrónica del paciente. El usuario tiene que desplazarse cada quince días a la botica a recoger su caja personalizada, que le entregan con bolsitas, encadenadas entre sí, con el nombre, la fecha, la hora de toma, los fármacos que contiene y el teléfono de la oficina de farmacia por si quiere realizar alguna consulta. No pueden servirlas a domicilio, según explicó Manuel Varela, por las limitaciones normativas que existen sobre venta de medicamentos. «Esto tiene su ventaja -explicó-, porque nos permite ver en persona al usuario y tenerlo controlado».

Manuel Pintos reconoció que estaba en negociaciones para poder contar con un robot para envasar los pedidos en Galicia. El principal problema, según explicó, es que necesitan contar con servicio de mantenimiento y asistencia técnica, que es lo que están negociando. Mientras tanto, mantendrán la actual dependencia de las agencias de transporte.

Tomar el tratamiento y hacerlo bien

Manuel Varela explicó que entre las ventajas del sistema personalizado de dosificación figura la trazabilidad. «Si se produce una alerta con algún medicamento que hay que retirar del mercado, lo tenemos muy fácil con los usuarios del sistema». «Podemos localizarlo de forma inmediata. Sabemos -apostilló- el lote y desde qué día se lo suministramos. Eso no podemos hacerlo con los fármacos que dispensamos en mostrador porque no tenemos constancia de quien se los lleva».

El farmacéutico lucense señaló que el número de usuarios va en aumento. «El que acepta nuestro sistema -apuntó- es porque se preocupa de tomar el tratamiento prescrito y de hacerlo bien».

Formar parte del listado de 200 usuarios supone un desembolso a mayores de cuatro euros sobre el precio de los medicamentos prescritos. «Prácticamente -explicó el boticario- no nos permite ni cubrir costes». Cada quince días el paciente tiene que retirar los medicamentos de la farmacia, perfectamente empaquetados e identificados. Las preparaciones que realizan para las residencias de ancianos las distribuyen semanalmente por los cambios frecuentes en la prescripción que suelen producirse en este tipo de centros.