«Es como tener el Camino en casa»

nerea costa / s. g. CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

BASILIO BELLO

La escritora Tracy Saunders comparte su hogar con los peregrinos que se acercan a Morpeguite

24 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde Inglaterra hasta Muxía, pasando por Belice, Canadá o Granada. La escritora Tracy Saunders (Wiltshire, 1951) ha vivido en medio planeta hasta que en el 2011 decidió establecerse en Galicia, primero en Carantoña (Vimianzo) y después en Morpeguite. En este lugar de Muxía tiene ahora su residencia, que comparte con cualquier peregrino que quiera pasar allí la noche a cambio de un donativo.

Estos siete años que lleva afincada en la Costa da Morte le han servido para conocer y fascinarse por la figura de Man de Camelle, el protagonista de su último libro, ya terminado.

-Ha escrito un nuevo libro sobre Manfred, ¿cuándo se podrá leer?

-Ahora mismo está solo en inglés, está ya en la editorial y espero poder publicarlo a finales de septiembre. También estoy buscando una editorial española para traducirlo y me gustaría que se publicase en alemán y, por supuesto, en gallego.

-¿En qué aspecto de la vida de Man se centra su libro?

-Hay mucho escrito de Manfred como artista, o Manfred como símbolo del Nunca Máis, pero de él como hombre no hay nada. He escrito el libro con la ayuda de su sobrino Clemens Gnädinger. Su familia tiene 14 cartas entre Man y su hermano y dentro de ellas hay muchos de los pensamientos de Man. Mucha gente cree que cuando él estaba haciendo su museo en Camelle no tenía contacto con su familia, pero eso no es verdad. Escribía a sus hermanos y a sus sobrinos, especialmente a la familia de Ewald. Yo tuve la oportunidad de irme a Alemania para poder hablar con su familia y por eso en el libro se incluyen estas entrevistas.

-¿Cómo descubrió la existencia del Alemán de Camelle?

-En el 2011 llegué a Galicia con la intención de hacer la promoción de mis libros en español. Fue la dueña de una casa en alquiler en la que me quedaba la que me llevó al museo de Man. Me quedé fascinada, no solo por su arte sino por la condición. Cuando regresé a Granada, donde vivía, y después en Carantoña, solo quería aprender más sobre esta persona.

-¿Qué es lo que más le fascinó de lo que ha descubierto con esta novela?

-Todo. Por qué llego en los años 60 a Camelle, por qué prefirió quedarse en un pueblo de pescadores tan pequeño y no tener ni la intención ni las ganas de volver a su país. No creo que fuera un loco, pero fue un artista y a veces entre las dos, hay una línea muy estrecha.

-¿Desde cuándo está viviendo en Morpeguite?

-Vivo allí desde noviembre del año pasado. Es una casa que se abre para peregrinos y turistas del Camiño de Santiago. No es un albergue, es más como un retiro para que la gente se pueda relajar, descansar y pensar. Si quieren pueden dejar un donativo.

-¿En estos siete años aquí ya se ha adaptado a Galicia y al idioma?

-Ahora mismo entiendo bastante, puedo leerlo, pero si estoy con mis vecinos y ellos están hablando en gallego lo llevo fatal porque no puedo entenderlo mucho. Pero puedo hablar en español creo que bastante bien.

-¿Por qué decidió quedarse a vivir en Galicia?

-Primero vine a España solo para visitarla. Recuerdo que una mañana, quedándome en Granada viendo las montañas desde el balcón me dije: este es mi sitio. Hace casi siete años que estoy en Galicia, aunque ya hice el Camino cuatro veces. Cuando regresaba del Camino a Granada, estaba muy triste, tenía morriña y me decía a mí misma tengo que volver. También tenía esta idea, desde hace mucho tiempo, de abrir una casa para mis invitados. Hasta el día de hoy han llegado 600 personas, de 49 países más o menos, desde Namibia a Noruega. Para mí, es como tener el Camino de Santiago en casa, pero sin ampollas.

El libro. «They think you are Jesus, the Magical madness of Man» es el nombre en inglés de la novela. Todavía habrá que esperar para la versión española, aunque mantendrá el título, «Piensan que eres Jesús, la mágica locura de Man». Mientras, la escritora seguirá regentando The Little Fox House en Muxía.