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Los desmanes en la Calzada de Cee acarrean condenas años después

J. v. Lado / a. Mahía CEE / LA VOZ

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jorge parri

Un conductor estará casi dos años sin carné por arrollar ebrio a varios viandantes

29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La calle Calzada de Cee, donde algún empresario está haciendo verdaderos esfuerzos por revitalizar su actividad, hace ya tiempo que pasó a la historia como verdadera zona de movida nocturna en la Costa da Morte. Ahora bien, los desmanes de aquellos años, en medio de una clamorosa permisividad de las autoridades y un verdadero sinvivir para algunos vecinos, aún a día de hoy siguen generando sus consecuencias.

Las últimas las va a experimentar en carne propia un joven de la localidad, José Eduardo C. P., que tendrá que pagar ahora por unos hechos tan ridículos como peligrosos que protagonizó hace más de seis años. De hecho, deberá pagar más de 1.000 euros de multa y estaría sin carné casi dos años, 22 meses y 15 días para ser exacto. Y eso que buena parte de los perjudicados, defendidos por la abogada Margarita Lamela, renunciaron voluntariamente a las indemnizaciones que les habría correspondido.

El Juzgado de lo Penal Número 3 de A Coruña, con acuerdo del acusado al que representaba el letrado Felipe Mayán, lo ha condenado por un delito contra la seguridad del tráfico en concurso con otros dos delitos de lesiones imprudentes por arrollar a varios viandantes con su vehículo, registrado a nombre de una empresa, en la calle de la Calzada.

El 13 de marzo del 2011, a las ocho y media de la mañana, el implicado «tras haber ingerido bebidas alcohólicas que le incapacitaban para la conducción [...] subió a su coche en la citada calle tras salir de consumir tales bebidas. La calle se encontraba muy concurrida por ser las fiestas y, tras dar un fuerte acelerón para llamar la atención, perdió el control de su vehículo, subiendo a la acera y arrollando a un grupo de peatones que en dicho lugar se hallaban», recoge la sentencia firmada por el magistrado Raimundo San Adrián Otero, que también da cuenta de la prueba de alcoholemia que se le practicó al joven, quien por aquel entonces tenía 21 años. En el primer test, de las 09.16 horas, dio 0,52 miligramos por litro de aire expirado y en el segundo, un cuarto de hora más tarde, 0,57.

El Peugeot 106 que manejaba, ya fuera de control, se llevó por delante, con distintos grados de afectación, a unos ocho jóvenes que se encontraban a esas horas disfrutando de la movida nocturna en esta zona de copas. Los partes médicos y también la sentencia recogen todo tipo de lesiones, desde esguinces cervicales hasta erosiones superficiales, pasando por hematomas o contusiones múltiples. Ninguno de ellos sufrió consecuencias graves, aunque varios precisaron de días de baja tras la correspondiente asistencia hospitalaria para recuperarse. De ahí que el asunto quedase en un susto y en un episodio muy comentado por aquellas fechas en la localidad.

Este fallo judicial se une a buen número de ellos anteriores, la mayor parte a raíz de las denuncias por ruidos y alteraciones del orden público que presentaron los vecinos e incluso supusieron cierres de locales. Hoy el panorama en la calle es bien distinto.