La crisis del agua de Carballo llega a su fin tras 16 averías continuadas

La crisis del agua de Carballo parece haber remitido. Durante cuatro días consecutivos de la semana pasada se produjeron 16 averías (reventones de la traída) en otros tantos puntos del casco urbano carballés. Las últimas, el sábado por la tarde. Dieciséis incidencias que causaron perjuicios a 16 grandes grupos de vecinos, que soportaron cortes durante horas mientras los operarios de Gestagua las reparaban. Y todo por el aire que entró en las tuberías a causa del entronque de la nueva captación del Anllóns-Bardoso. Las viejas conducciones de fibrocemento lo soportaron mal y las consecuencias estuvieron muy a la vista. Era algo posible, incluso previsible, a la hora de hacer ese cambio, pero no se podría saber ni cuándo ni dónde.

Ahora, el problema parece solucionado. Nunca se puede decir con seguridad absoluta, pero desde el sábado por la tarde ya no hubo más averías, ya que el sistema y la presión se van estabilizando. No es descartable alguna más, pero no con esa frecuencia ni la misma intensidad. De momento, hay bocas de riego que siguen abiertas (ayer, un total de 12) para contribuir a esa estabilización. Además de esta pequeña revolución subterránea, los ánimos políticos también se caldearon un poco, como si fuesen termas, como se pudo ver ayer en Radio Voz, en el debate en el que participaron Luis Lamas (BNG), José Bello Pallas (TeGa) y María Carmen Vila, tanto sobre los problemas de los últimos días como de la contratación del ciclo integral del agua, cuya adjudicación está a punto de resolverse en favor de Gestagua, la actual adjudicataria (si aporta la documentación que justifique su oferta con una cantidad que roza la baja temeraria).

Bello Pallas echó en falta «previsión e responsabilidade» en el gobierno local, pese a que lleva ya 13 años en él. Y más, cuando hace «catro ou cinco anos» que comenzaron el proyecto del Anllóns-Bardoso, así que se podía haber tenido en cuenta «que isto ía pasar». Rechazó que la concesionaria tenga nada que ver, y acusó al ejecutivo de invertir en otros temas menos necesarios.

Lamas señaló que sí se han estudiado en profundidad las necesidades del agua en Carballo, que se ha actuado mucho (citó todas las calles en las que se han sustituido y las que vendrán, aprovechando diversos planes de obras) y se seguirá haciendo. El fibrocemento acusa el paso del tiempo, y poco a poco la red se va sustituyendo. Lo que ha ocurrido estos días era más o menos previsible, con el cambio de la traída de O Añón a la de Seixos Brancos, el vaciado de tuberías y la apertura de un nuevo caudal. En la zona rural no ha ocurrido nada, porque la mayoría son de fundición o de plástico. Destacó la «dispoñibilidade total» de la empresa para solucionar las averías.

María Carmen Vila habló como portavoz del PSOE, pero también como afectada directa, ya que reside en la calle Ponte, que ya ha sufrido muchas roturas antes de la vaga de la semana pasada. Aprovechó para solidarizarse con todos los vecinos afectados por las roturas y la falta de agua, y también con el personal de Gestagua, y defendió la necesidad de ir sustituyendo las canalizaciones más antiguas.

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