Un belén es como la materialización de una historia que ha fascinado al ser humano durante siglos y siglos. En la comarca de Fisterra se lo toman muy en serio. En Corcubión han abierto recientemente su belén de 250 figuras, todo un alarde de ingeniería del bricolaje. Este fin de semana le ha tocado a sus vecinos de enfrente, los de Cee. Desde ayer luce en la nave de la derecha de la iglesia de A Xunqueira un enorme nacimiento de 16 metros de largo por 2 de ancho que se ha encargado de bendecir el párroco, Manuel Vázquez.
Buena parte de las figuras de la representación ceense son obra de Pepe do Pocho, un manitas que hace un lustro se puso a la esforzada tarea de dejar quedar bien a su parroquia en infraestructuras navideñas, visto el auge que había alcanzado el belén levantado al otro lado de la ría. El sacristán Luis Ayala Formoso ha sido el capitán de un equipo de buenos pastores muy trabajador, formado por más de una docena de operarios sin sueldo, que desde el día 24 de noviembre ha dedicado muchas horas a poner en orden decenas y decenas figuras, edificios y materiales que habían pasado casi un año en cajones. Y lo hicieron con la misma ilusión que unos niños, que son los primeros que lo han podido ver ayer, pues quedó inaugurado justo a la hora del catecismo. A partir de ahora estará abierto de 11.30 a 12.45 horas. Ya están invitados los colegios para que envíen a sus escolares a que lo visiten, pero sin tocar las piezas.
Ayala está muy contento con su belén y no quiere que le pregunten sobre comparaciones con el de Corcubión. Dice que tiene muy buenos amigos en el pueblo de enfrente y que los dos son muy buenos, así que lo mejor es visitar ambos y disfrutar con ellos porque cada uno hace lo que puede. El sacristán ceense está muy contento con su tarea y con el párroco, al que alaba. Lleva 21 años en el oficio y dice ser muy feliz con su labor. El espíritu navideño de este ceense de 61 años está fuera de toda duda. Pero no solo Corcubión y Cee se disputan el mejor belén. En Fisterra también inauguraron ayer el suyo, del que están muy satisfechos.