Contratos de servicios públicos municipales por valor de 12 millones están caducados

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

El de la piscina de A Pobra expiró hace ocho años, pero otros, como la recogida de basuras de Rianxo o la depuradora de Boiro, ni siquiera han salido a licitación

15 mar 2024 . Actualizado a las 09:53 h.

En pequeño, los ayuntamientos son grandes Administraciones que mueven un importante volumen de contratos. De hecho, la maquinaria municipal permite que funcionen prestaciones tan dispares como la atención en el hogar para mayores o personas dependientes, la limpieza viaria o las piscinas. Tal cantidad de burocracia no es fácil de manejar, especialmente cuando el personal escasea. Uno de los aspectos en los que suspenden la práctica totalidad de los ayuntamientos es en el relativo a la renovación de los contratos por la prestación de servicios públicos. Tanto es así que los que actualmente están caducados en el área barbanzana ascienden a unos 12 millones de euros.

Hay ejemplos paradigmáticos, como el de la piscina de A Pobra, con un contrato que expiró en el 2016. El concejal Eloy Sobrido señaló que se ha elaborado un estudio económico para sacar la gestión a concurso y, de hecho, en el presupuesto aprobado hace unos días se reservó una partida de 50.000 euros para esta finalidad.

Más delicado es que también estén caducados los servicios de atención a domicilio en varios concellos, como Outes, Boiro, Porto do Son o Rianxo. En este último, el alcalde, Julián Bustelo, señala que está pendiente de renovar desde el 2013 y que el mayor problema es que «temos o prezo hora moi baixo». Precisamente, el rianxeiro es un caso sorprendente porque a los contratos de servicios que tiene caducados suma aquellos que nunca han salido a licitación o los que llevan años pagándose por factura, como es el caso de la recogida de basura.

Solo los contratos de atención en el hogar de los cuatro municipios señalados suponen unos cuatro millones de euros.

Coberturas garantizadas

Salvo en casos puntuales, los ciudadanos desconocen que parte de los servicios corresponden a contratos que no se encuentran en vigor. Eso es así porque la ley de régimen local obliga a las empresas a mantener la prestación hasta que vuelva a licitarse.

Claro que, si transcurre demasiado tiempo, la situación puede generar un desequilibrio financiero importante. Así lo apunta Julián Bustelo, quien indica que en el suministro eléctrico van a acogerse al sistema de contratación de la FEMP: «Porque poderemos ter un aforro anual de 300.000 euros e todo virá agrupado nunha factura, non como agora que cada instalación ten a súa».

Caducado también está, desde septiembre del pasado año, el contrato de recogida de basura de los municipios que forman parte de la mancomunidad Serra do Barbanza, con un importe que alcanza los ocho millones. Precisamente, los ayuntamientos están gestionando este aspecto para sacarlo de nuevo a concurso, según indicó el regidor carnotano, Juan Manuel Saborido.

La actualización de contratos trae de cabeza a los dirigentes locales, como pone de manifiesto el teniente de alcalde boirense, Luís Ruiz, quien recalca que «o problema dos concellos é a falla de persoal. Se Boiro tivera dous técnicos de contratación, teríamos todo ao día».

Entre los servicios contractuales que deben actualizar figuran el mantenimiento de zonas ajardinadas o la limpieza de edificios públicos. Luis Ruiz explica la particularidad del mantenimiento de la depuradora, «que en 30 anos nunca se licitou o servizo, pero funciona perfectamente e cunha licitación non se lograrían máis aforros». Aunque reconoció que deberá hacerse.

 

Juan Manuel Saborido: «Temos o de alumeado en precario e chégannos cada mes 82 recibos»

Una de las asignaturas pendientes del ejecutivo que preside el carnotano Juan Manuel Saborido es la contratación de alumbrado público: «Témolo en precario e chégannos cada mes 82 recibos», concreta. El regidor señala que con la licitación puede conseguirse un abaratamiento de precios y, además, aligerar la carga burocrática al liberar al personal del área económica de la tramitación de tantas facturas.

 La situación que relata Saborido puede parecer un disparate, pero es más frecuente de lo que parece y tiene precedentes en la comarca. Hace un par de semanas, el Concello de Outes firmó el primer contrato municipal de suministro energético. Hasta ese momento, según explicó el alcalde, Manuel González, el personal municipal debía abonar y gestionar nada menos que 200 facturas.

En Rianxo la situación es similar y, según comenta Julian Bustelo, ni tan siquiera la recepción de los recibos es homogénea, con lo que se dificulta su pago y la tramitación.

 

Sálvora

Dimensión

Teniendo en cuenta que los ayuntamientos son las entidades más próximas al ciudadano y, de hecho, proporcionan servicios que son esenciales, los canales de la Administración pública deberían cambiar. No es posible que sean considerados como los últimos de la fila los que realmente son los primeros. Personal y medios es lo que necesitan para incrementar su eficacia en la atención.