La tesis que maneja la Guardia Civil es que logró salir del coche, caminó de noche y desorientado y, cuando notó que no podía seguir, buscó un espacio para tumbarse y descansar
20 sep 2015 . Actualizado a las 11:04 h.Carlos Ordóñez Burés fue localizado a media tarde de ayer en una cuneta, acostado sobre maleza y tapado con ramas. Su apariencia denotaba un gran desgaste psicológico y su cuerpo presentaba numerosas heridas provocadas por el accidente que sufrió sobre las 07.00 del viernes al salirse de la carretera por la que circulaba para, según parece, llegar a su casa tras una noche de fiesta en Rianxo. Un día y medio después, y gracias al trabajo de un completo dispositivo de búsqueda en el que participaron unas 200 personas, muchas de ellas voluntarias, una cuadrilla de vecinos lo encontró en una lugar que ya había sido supervisado la víspera.
La tesis oficial que maneja la Guardia Civil, y que así ha hecho constar en el atestado remitido al juez, es que Carlos Ordóñez sufrió él solo el accidente, logró salir del coche, caminó de noche y desorientado durante un tiempo aún sin determinar y cuando notó que no podía seguir buscó un espacio para tumbarse y descansar al abrigo de la maleza.
Las pocas personas que pudieron hablar con Carlos Ordóñez (por el perímetro de seguridad establecido por la Guardia Civil) antes de ser trasladado con un collarín al hospital Clínico de Santiago aseguraron que apenas se comunicaba, pero que sí tuvo tiempo de reconocer que sintió en todo momento los coches, motos y voces de las personas que pasaron cerca de él, pero que no tenía fuerzas para gritar y que su estado de shock le impidió reaccionar. Lo curioso es que a pesar de esa conmoción no perdió la percepción del tiempo en ningún momento y supo ubicar, con cierta precisión, el paso de personas o del helicóptero.
Dudas abiertas
A medida que este joven de 19 años se recupere serán muchas las preguntas a las que tendrá que contestar. La primera es saber si el chico con gorra que iba con él en el coche cuando fue visto, y habló, con un trabajador del Concello que limpiaba las calles poco antes del accidente también estuvo implicado en el suceso. La Guardia Civil tiene indicios para pensar que eran hasta cuatro las personas que llegaron a ocupar el coche, y existe la hipótesis de que también vivieron en primera persona la salida de vía. Ayer, en el mismo lugar en el que apareció -muy cerca del campo de fútbol de Araño- se decía que Carlos Ordóñez pudo ser abandonado en la cuneta, pero por ahora la Guardia Civil ni confirma ni desmiente.