Las multas por incumplir el horario de cierre indignan a la hostelería noiesa

M.?G. Noia / La Voz

NOIA

En la madrugada del domingo hubo que adelantar los relojes, sin embargo, los locales no lo hicieron y continuaron abiertos

01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tiempos en los que la movida y sus efectos eran un verdadero quebradero de cabeza para los concellos, que se debatían entre el derecho al descanso de unos y el mantenimiento de una actividad hostelera pujante de otros, han pasado a mejor vida en la vida noiesa. Sin embargo, el sector del ocio nocturno continúa vivo, aunque denuncia una especie de «caza de bruxas» con la que no comulgan en absoluto. La indignación de los hosteleros viene dada por las multas impuestas por incumplir el horario de cierre el pasado fin de semana, cuando el cambio de hora cogió a contrapié a empresarios y clientes.

En la madrugada del domingo hubo que adelantar los relojes, sin embargo, los locales hosteleros no lo hicieron y continuaron abiertos siguiendo el viejo horario. Así que la sorpresa de los responsables de estos establecimientos fue mayúscula cuando a las 4.50 apareció la Policía Local tomando buena nota de los bares que aún no habían cerrado pese a tener permiso hasta las 4.30 horas.

Vista gorda

Dicen los afectados que, cuando se da una circunstancia como la este fin de semana, suele haber mayor permisividad: «Sempre que houbo cambio de hora se fixo a vista gorda, parece que veñen adrede a facer dano. Estamos totalmente indignados, multaron a todos os que estabamos abertos», comentaba uno de los hosteleros después de que le notificaran que iba a ser sancionado.

Los afectados aún no saben a cuánto ascenderá el castigo por haber bajado la verja más tarde de lo debido, pero su enfado es más que evidente. Incluso hablan de presentar una reclamación conjunta contra las multas.

Media hora de margen

Además, añaden que, aunque hubiesen cerrado siguiendo el nuevo horario, los veinte minutos que tardaron los agentes municipales en aparecer por los locales no son un margen suficiente: «Normalmente, entre que desaloxas o local danche as cinco da madrugada facilmente». Este es otro de los argumentos que llevan al sector a protestar enérgicamente: «A impresión que dá é que queren acabar coa pouca movida que aínda queda en Noia».

Por su parte, preguntado por este asunto, el gobierno local rehusó hacer ninguna valoración de las sanciones.