Fredi Bea: «Un canal de aguas bravas supone un impacto económico y deportivo brutal»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

MAZARICOS

BASILIO BELLO

Lamenta que casi siete años después siga sin haber un circuito entre Dumbría y Mazaricos

12 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

José Alfredo Bea García, Fredi Bea, tiene 49 años y nació en O Grove. Desde noviembre del 2009 preside la Federación Galega de Piragüismo, disciplina que empezó a practicar con 12 años. Participó en cuatro Juegos Olímpicos y lamentó, entre otras cuestiones, que en Galicia «se penalice la práctica deportiva en espacios naturales». Y argumentó: «Tenemos un tercio de los equipos federados de toda España: Dumbría, Teixugos (Tomiño), Tea (Mondariz Balneario), Penedo (Salceda de Tui) y Quixós (Monforte), y no hay un solo canal donde poder entrenar. Estos equipos tienen que prepararse fuera, lo cual es algo ilógico».

-El Club Piragüismo Dumbría lleva casi siete años de espera por el visto bueno a un canal de aguas bravas en O Conquiño (en el río Xallas), en el límite entre Dumbría y Mazaricos.

-¿Y eso le parece lógico? La ley del deporte de Galicia dice claramente que velará por la práctica deportiva en espacios naturales. ¿Se cumple? No. Pero no porque lo diga yo, sino porque me remito a las pruebas.

-¿Cuáles son esas pruebas?

-Tenemos un centro de tecnificación en Pontevedra, que da cabida a las 58 federaciones. Pues bien, 80 deportistas son piragüistas, y representan al 20 % de los que están en ese centro. Galicia tiene 16 medallas olímpicas, diez de ellas en piragüismo. En Galicia tenemos 4.300 licencias con una población de 2,7 millones de personas; en Portugal son 3.500 con una población de 11 millones. Galicia tiene cinco internacionales absolutos en sub-23 y en júnior, y, sin embargo, no hay un solo canal donde poder entrenar y competir. Logramos por primera vez, el año pasado, que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil diera permiso para usar una canoa en un espacio de su competencia sin que tuviera que pagar un canon [ya paga las tasas federativas correspondientes] y sin que tuviera que llevar matrícula. Eso es todo y así seguimos. En lo que a legislación se refiere, Galicia va un paso por detrás con respecto a otras comunidades y a otros países.

-¿Qué supondría crear un canal de aguas bravas en Dumbría, como propone el club local?

-Supondría un impacto económico y deportivo brutal para toda esa comarca. Primero, a nivel deportivo, porque se potenciaría una actividad deportiva; segundo, porque se desestacionaliza el turismo. Dumbría y Mazaricos poseen unas condiciones climatológicas suaves e ideales para la práctica deportiva en invierno. Equipos y selecciones del norte y este de Europa podrían entrenar todo el año. Los albergues, casas rurales, hoteles y hostales tendrían clientela todo el año. ¿Sabe cuántas personas moviliza, como mínimo, una prueba de la Copa de España de Eslalon? Más de 400, ahora le suma familiares que acompañan a los piragüistas y eso le da una idea del impacto que eso causa en la comarca. Luego hay que hablar de la repercusión que tiene un canal de aguas bravas a nivel deportivo. Sabero, en León, no era conocido, pero el próximo año albergará el campeonato de Europa de eslalon y todo por tener un canal. ¿Qué era La Seu d’ Urgell (Lleida) antes de tener un canal? Nada, y sin embargo, ahora es hablar de una referencia nacional e internacional.

-¿Y cuesta mucho crear un canal de aguas bravas?

-En el caso de Dumbría, cero, porque ya tiene las condiciones naturales idóneas. En el caso de Sabero (León) supuso una inversión de unos 200.000 euros, y ¡ojo! Financiados con fondos europeos. ¿Cuánto cuesta hacer un campo de fútbol de hierba artificial para un club de Tercera Autonómica? ¿400.000 o 500.000 euros? Un canal de aguas bravas es mucho más barato y rentable. Lo que pasa es que la legislación es la que es y nadie quiere cambiarla. Y es una pena, porque el canal de aguas bravas que se pretende hacer en Dumbría, como el que se plantea para el lago de As Encrobas de Cerceda, es espectacular desde el punto de vista técnico y generaría mucha riqueza en muchos sectores. Es necesaria una mayor implicación de las Administraciones. El piragüismo no contamina, sino que apoya y defiende el medio ambiente, no lo ataca.