María Eugenia Reiriz, la pintora con diversidad funcional que impresiona con sus cuadros de artistas como Julio Iglesias y Mónica Naranjo

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La ribeirense, usuaria de Ambar, es la artífice de la exposición «Super pop»

29 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La música es el lenguaje de la vida. En tiempos de ánimos bajos, los boleros lentos y las letras cargadas de sentimientos de desamor y crítica social acompañan a los que atraviesan por momentos duros. La otra cara de la moneda, la felicidad, también se expresa a través de las notas y partituras con instrumentos y voces potentes que invitan a bailar a quien las escucha. Ese es el estilo que mueve a María Eugenia Reiriz (Ribeira, 1986), una usuaria de Ambar que lleva años retratando a sus artistas favoritos con hermosos cuadros llenos de color.

Su manera de pintar recuerda a la de Picasso en su época cubista, con rostros anchos y miradas fijas que se clavan en los orbes del espectador. De hecho, el archiconocido español fue el primer contacto con el arte de este vecina de la parroquia de Olveira, que comenzó su aventura con los pinceles reproduciendo el Guernica. Lejos de los horrores de la guerra que quedaron grabados para la historia sobre ese lienzo, la barbanzana representa en sus obras a cantantes conocidos como Julio Iglesias, Rocío Jurado o Camilo Sesto, entre otros.

La megalomanía ha sido siempre el motor vital de esta usuaria de Ambar, a la que cada cumpleaños y cada Navidad le llueven discos con sus temas favoritos: «Gústanme moitos cantantes, pero sobre todo Mónica Naranjo».

Quizás fue la potente voz de la catalana lo que la llevó a pintarla hace ya ocho años, cuando empezó a invertir horas y horas de su tiempo a perfeccionar su técnica con las brochas: «O que máis me custou foi aprender a debuxar, pero acabóuseme dando ben». Para dar vida a cada una de sus creaciones, la ribeirense dispone de talleres impartidos en las instalaciones de la asociación con profesores que le dan consejos para que cada vez vaya alcanzando mejores resultados. Sus años de experiencia le han dado mucha soltura, pero también la han ayudado a construir una metodología que no falla.

Cuenta que lo primero que hace para producir un cuadro es escoger los colores que quiere utilizar y, a partir de ahí, pintar el fondo con algún tono que después le permita jugar con el contraste para armar figuras potentes con las que dejar con la boca abierta al respetable.

Todo empieza con un gesto aparentemente simple pero a la vez complejo: sentarse delante del lienzo en blanco a pensar qué le sale del alma representar en el. Este proceso no dura un tiempo determinado, a veces es más largo y otras mas corto, pero siempre acaba igual. Así, de un momento a otro, Reiriz empieza a trazar líneas que parecen no tener sentido hasta que poco a poco van tomando forma.

En público

Esta forma de crear le permitió montar una exposición que exhibió hace unos días en el auditorio de Rianxo bajo el nombre de Super pop, una colección que causó furor entre los asistentes, sobre todo a aquellos que eran capaces de reconocer los rostros de sus artistas preferidos entre el mar de cuadros que adornaban el vestíbulo del edificio.

El día tuvo un matiz agridulce para la artista, que a pesar de estar inmensamente satisfecha con el resultado de la muestra, afirma que estaba triste debido al fallecimiento de Dositeo Fernández, director del colegio de Olveira y profesor suyo durante la infancia. Aún así, manifiesta que le hacía ilusión que el público le diese su opinión sobre las obras: «A xente comentábame que lle gustaban todos moito».

Sobre el futuro, piensa que le gustaría volver a participar en una iniciativa así y que, desde luego, seguirá creando para concienciar a la sociedad de la no discriminación hacia las personas con diversidad funcional.