¡A votar!

Estevo Silva Piñeiro SOSPECHOSO HABITUAL

BARBANZA

26 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Bueno, ya han pasado otras elecciones. Probablemente el resultado ha sido el de siempre, pero votar, cueste lo que cueste, nunca está de más. Además, no me van a negar que tiene su punto. Hay mucha gente que se lo pasa pipa el día de elecciones.

Piensen, por ejemplo, en ese apoderado -pongan ustedes las siglas a su elección- que va tachando con sumo interés los nombres de los votantes que van pasando por si hay que llamar a casa de algún despistado que se ha olvidado de ir a cumplir. O en ese hombre afín al partido que se tira todo el día en el colegio electoral de palique con unos y otros, mientras se le escapan miradas furtivas hacia el interior de las cabinas.

Las elecciones siempre son divertidas. Esa señora que se ha pasado por cuatro urnas distintas buscando su nombre y que, a la quinta, se cansa y rompe la papeleta ante el anonadado presidente turno. O ese señor que tiene que meter con su propia mano el voto en la sagrada urna. De lo contrario, monta la de Dios es Cristo.

Y al final viene lo mejor: el recuento de votos, en donde todos creen saber las normas. Esas peleas entre interventores. Que si un voto partido por la mitad es válido siempre que sea la misma papeleta, que si nosotros siempre lo dimos por bueno (caso real), simpáticas triquiñuelas de las elecciones españolas.

Amigos, hay que votar todas las veces que sea menester pues nos faltan muchas elecciones para llegar a una democracia como la inglesa. Por cierto, por lo visto después del brexit a Inglaterra no se la han tragado las aguas, si no que ha mejorado su economía. Curioso ¿no?