El nuevo plan forestal alivia la tensa relación entre comuneros y Xunta

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Las comunidades muestran recelo al entender que puede ser un reclamo electoral

16 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El distanciamiento histórico que han mantenido comuneros de Barbanza y Xunta por la política forestal de las últimas décadas está en su momento más dulce en años. ¿El motivo?, el nuevo plan forestal que el Gobierno gallego aprobó inicialmente en los últimos días y que incluye una vieja demanda de las comunidades de montes de la comarca: poner menos eucaliptos y fomentar otras especies autóctonas mediante la plantación y regeneración de castiñeiros, carballos y cerdeiras. El citado plan es una revisión del aprobado hace ahora casi 25 años, y que contó en su día con el visto bueno de todos los grupos políticos. En la comarca son pocas las comunidades de montes que deciden hablar dando nombres y apellidos, pero sí que, al ser preguntadas, aplauden que estas medidas sean al fin valoradas y se pretendan llevar a la práctica.

En el sector de los comuneros de Barbanza no dudan que las ideas aperturistas que se aprobaron inicialmente -se prevé que el plan reciba luz verde de forma definitivamente a lo largo del verano- tengan buena voluntad, e, incluso, añaden que repercutirán positivamente en la industria forestal, que lleva estancada más de una década. Lo que tampoco esconden los comuneros es el recelo que despertó en el seno de numerosas comunidades, dentro y fuera de Barbanza, que el anuncio coincida en época electoral, sobre todo teniendo en cuenta que la elecciones a la Xunta serán tras el verano.

Otro aspecto que despierta suspicacias es el hecho de que las nuevas medidas que se pretenden implantar no tengan presupuesto, ni tan siquiera una cantidad estimada que permita calcular el alcance de las actuaciones propuestas. Aún así, las entidades consultadas, tanto en Arousa norte como en Muros y Noia, optan por la cautela. «Nos parece sospechoso, pero vamos a esperar. En unos meses sabremos si realmente tenían intención de hacer cambios».

Medidas generales

Las modificaciones que se quieren añadir al plan forestal gallego, que data del año 1993, no están segmentadas por regiones dentro del territorio autonómico. Aún así, en la Dirección Xeral de Ordenación e Produción Forestal, encabezada por Tomas Fernández-Couto, explican que las medidas tienen encaje en la comarca de Barbanza por sus características, y por el elevado número de hectáreas de monte comunal, por las muchas personas que viven de la explotación de este suelo y por el hecho de que ya existe un sector asentado y que, sobre todo, conoce a la perfección el suelo que pisa y los frutos que puede llegar a dar.