Mejilloneros de Barbanza ven exagerada la inspección de la Xunta a numerosas bateas

ribeira / la voz

BARBANZA

05 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejilloneros de la comarca de Barbanza, tanto pertenecientes a Opmega como a la Federación Norte, criticaron la inspección llevada a cabo por el Servizo de Gardacostas en numerosas bateas. Dicen que les pareció un examen «moi esaxerado, xa que contaron corda por corda». Es más, señala que ese control tan riguroso se tradujo en numerosas sanciones. La Consellería de Mar, que es la que está detrás de esta labor de vigilancia, no confirmó ni desmintió el asunto de las denuncias. Es más, no habló de ninguna vigilancia extraordinaria. Únicamente se limitó a señalar que las inspecciones formaron parte de los programas de control que realiza para verificar que se cumple la ley.

Los bateeiros indican que los días que se efectuaron las inspecciones -la semana pasada- en algunas bateas podía parecer que había cuerdas de más, la legislación marca que deben ser 500 por cada artefacto flotante. Pero que en realidad lo que ocurre es que se trata de chicoteos. ¿Qué significa esto? Que los bateeiros doblan en dos algunas cuerdas, atándolas por los dos cabos y pareciendo que se duplican, porque el mejillón crece mejor cerca de la superficie que metros más abajo. El asunto es que hay un período legal concreto para el chicoteo, que no estaba vigente cuando se hicieron los controles.