La limpieza de las playas es también cosa de niños

borja oujo / r.i. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Casi 500 alumnos de los colegios de O Grupo y de la escuela O Caramecheiro recogieron residuos en el arenal de Coroso

18 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Transmitir a las nuevas generaciones la importancia de respetar la naturaleza es fundamental para el desarrollo de la sociedad, y esta es una idea que tienen muy clara en el colegio O Grupo de Ribeira. En la mañana de ayer, y con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente, los alumnos del centro, con la compañía de los de O Caramecheiro, cambiaron las aulas por la playa de Coroso. Allí, nada más llegar, se dividieron por cursos y se pusieron manos a la obra en la limpieza de la zona.

Tras este duro trabajo llegó el momento de la diversión. Los pequeños se repartieron en grupos, para que cada uno organizara un juego distinto; para luego ir rotando y que todos pudieran participar en la mayoría. Algunas de las actividades de las que disfrutaron los niños fueron el soga-tira y el disco volador.

Fue la primera vez que conmemoraron este día en la playa. En los años anteriores los jóvenes llevaban a cabo una fiesta en el recinto del colegio. La organización de las actividades corrió a cargo del personal de O Grupo, aunque también colaboraron el Ayuntamiento y voluntarios de Protección Civil de Ribeira.

Transmisión de valores

Manuel Rivas, profesor de educación física y encargado del departamento de Medio Ambiente de O Grupo, cree que «si non se transmiten estes valores todo vai ter que volver a empezar outra vez». Que los más pequeños se mentalicen de la importancia que tiene el cuidado de la naturaleza es el principal objetivo de este día; pues «a unha persoa de 70 ou 80 anos é moito máis difícil dicirlle que non tire as cousas ao mar».

Otra de las ideas que tratan de difundir es la de la responsabilidad. Para ello, hicieron que los alumnos de sexto ayudasen a cuidar de los de menor edad. Además, la participación en las actividades del colegio de O Caramecheiro buscaba que los niños socializasen con otros que no solo fueran de su centro escolar.

La experiencia ha dejado buen sabor de boca tanto a los alumnos como a los profesores, por lo que «ten bastantes posibilidades de repetirse o ano que ven», según Manuel Rivas.