El pósito de Aguiño recurre a Torres en el conflicto de la regularización de las lanchas

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

23 abr 2012 . Actualizado a las 07:09 h.

Unas cuarenta embarcaciones de Aguiño continúan sin regularizar, pese a las gestiones que, desde hace tiempo, lleva a cabo el patrón mayor, José Oujo, para que la Administración les ofrezca una solución que les permita continuar con su actividad. Además de reclamar la intermediación de la Federación Galega de Confrarías, presidida por el cambadés Benito González, el dirigente del pósito de Aguiño también ha recurrido al senador Torres Colomer para que realice gestiones en Madrid.

El problema radica en que, según un real decreto, las lanchas de la tercera lista que tienen entre seis y siete metros de eslora no pueden llevar motores que superen los ochenta caballos de potencia. Oujo señala que, cuando se llevó a cabo del proceso de regularización, se instó a quienes se encontraban en esa situación a notificarlo: «Dixemos a verdade e agora resulta que a nosa ferramenta de traballo, as embarcacións, poden ser dadas de baixa porque están fóra de ordenación».

Motores estropeados

Al riesgo de que estas naves pierdan el permex para salir a faenar, lo que afectaría a un centenar de familias, se une el hecho de que muchas tienen los motores estropeados y sus propietarios no los cambian porque no saben cuáles deben poner, si es que pueden poner alguno.

El problema va solventándose porque los profesionales de Aguiño comparten embarcaciones, lo que permite a los afectados continuar desarrollando la actividad. Sin embargo, y a medida que pasen los meses, Oujo dice que la situación puede empeorar: «Eu mesmo teño o motor bastante tocado, pero vou trampeando como podo. Hai outra xente na mesma situación».

Oujo insta a la Administración a resolver de una vez por todas una situación que mantiene en la incertidumbre a muchos profesionales: «Que nos digan dunha vez por todas que potencia podemos ter para saber que motores compramos». Uno de los motivos, indica Oujo, por los que muchos mariscadores no los sustituyen es porque tampoco está claro si, finalmente, estas embarcaciones mantendrán el permiso de explotación.