As Furnas mantiene vigente el mensaje de Ramón Sampedro

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Amigos y familiares leyeron poemas de los libros del tetrapléjico

16 ene 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

Cada mes de enero, la playa de As Furnas se convierte en punto de encuentro de muchas personas que conocieron a Ramón Sampedro y vivieron activamente su causa. El 12 de este mes ya se cumplieron catorce años desde que el tetrapléjico diera el dramático paso que lo confirmó como abanderado de una muerte digna. Las caras de ira de aquellos que en los primeros momentos no admitían su decisión son hoy de alegría al encontrarse con quienes apoyaron al célebre sonense en su objetivo. El tiempo ha curado las heridas y ha ayudado a comprender el sufrimiento de quién, con una lucidez fuera de lo normal, era consciente de cada minuto que su cuerpo le impedía disfrutar de la vida.

Ayer quedó patente que el mensaje de Ramón Sampedro se mantiene vigente, e incluso ha calado en personas que no lo llegaron a conocer, y en niños que nacieron cuando ya había fallecido, o eran tan pequeños que difícilmente pueden acordarse del lúcido tetrapléjico. Y para garantizar que la llama no se apaga, están amigos como José Vila, que parece permanecer en contacto con su amigo en el más allá.

«Casi todos os anos, cando chegamos a facer a homenaxe, chove; e xusto cando imos empezar, escampa. Eche Ramón, que se pon contento». Se le recuerda que el año pasado diluvió todo el rato: «É que Ramón estaba enfadado. Non lle gustaba o que había aí». Y Vila señala el monumento con el busto de Sampedro que se instaló en la entrada de la playa: «Non era amigo desas cousas», insiste José Vila.

Lectura de textos

Fue el propio Vila el que dirigió la lectura de textos a la altura del lugar en el que Ramón Sampedro tuvo el fatal accidente que lo postraría la mayor parte de su vida en una cama. Cuatro sobrinos-nietos del tetrapléjico leyeron poemas de la obra póstuma el xuñense Cando eu caia, y uno de ellos se permitió intervenir para señalar que el clavel que llevaba en su mano era la demostración de que tenían a Ramón en el corazón.

También leyeron algunos párrafos de la obra del homenajeado el ex alcalde sonense Xoán Pastor Rodríguez; la concejala de Cultura, Asunción Torres; la dirigente en Galicia de Derecho a Morir Dignamente (DMD) Carmen Vázquez y otros amigos. Por su parte, Aurora Bau, una de las personas que vivió codo con codo con Sampedro la lucha por una muerte digna, dio lectura a una carta que escribió su hijo cuando falleció su hermana, para concluir que los recuerdos evolucionan y que el amor eterno eran actos como el que se estaba viviendo en As Furnas o las palabras que acababa de pronunciar.

Como colofón, los presentes arrojaron decenas de claveles rojos al mar, que recuerdan la trayectoria del cuerpo de Sampedro cuando se lanzó de cabeza al agua.