La lluvia vuelve a destapar con vertidos e inundaciones las carencias de Matosinhos
VILAGARCÍA DE AROUSA
Confirmando una vez más que las alegrías urbanísticas con las que Vilagarcía trató históricamente a sus humedales acaban pagándose caras, el entorno de la avenida Matosinhos volvió a ser víctima ayer de las lluvias, aliadas con las deficientes canalizaciones. La intensidad de las precipitaciones, desde primeras horas de la mañana, provocó que los sumideros de la zona vomitasen su contenido sobre la vía pública, dando lugar a un maloliente espectáculo, al que los vecinos se ven sometidos con demasiada frecuencia.
En varias ocasiones, los habitantes de Matosinhos se han dirigido al Concello para reclamar una solución definitiva a este problema endémico. Las escenas de los patios de los colegios de Arealonga y A Lomba anegados, o de los padres de los pequeños alumnos de la guardería municipal cruzándolos en brazos entre descomunales bolsas de agua, continúan repitiéndose invierno tras invierno sin que de momento se haya atajado su causa principal.
El regato de Santa Mariña
En el origen de esta situación se halla la deficiente forma en la que fue canalizado el regato de Santa Mariña, sobre cuyo curso se han construido la parroquia de A Xunqueira, los centros escolares que ahora padecen los efectos de aquello y un buen número de bloques de viviendas. Aunque hace cuatro años el pleno votó a favor de emplear los fondos de Luz Salgada para intervenir sobre él, nunca se hizo. Ni se hará, una vez devuelto el crédito al ICO.