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José Molares: «Hay una escasez generalizada»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

Álvaro Ballesteros

Según este técnico de la Consellería do Mar, las riadas y la «marteilia» explicarían el fiasco de los últimos años en los bancos arousanos

27 ene 2015 . Actualizado a las 17:01 h.

La campaña de libre marisqueo ha vuelto a cerrar de forma anticipada y abrupta. Era de esperar: en octubre ya se sabía que había poco marisco que sacar de los fondos. El sector afirma que estamos en plena recesión productiva. Que algo malo tiene nuestro mar.

-¿Le pasa algo a la ría de Arousa?

-Le pasa algo a las poblaciones de bivalvos explotados en la ría. En los muestreos que hacemos periódicamente se ve que hay una escasez generalizada de berberecho y de almejas. Las causas están perfectamente identificadas. En el caso del berberecho es una enfermedad, es una marteliosis que desde el año 2012 está sistemáticamente eliminando los distintos reclutamientos que van apareciendo. En el caso de las almejas, fue una situación de riada fuerte que hubo en los dos últimos años. Tanto la babosa como la japónica y la fina se vieron afectadas con mortandades elevadas, básicamente en Os Lombos do Ulla.

-Hace dos años, cuando se cerró es banco de forma anticipada, se hablaba de una medida excepcional. Acaba de tomarse la misma decisión... ¿Lo excepcional ha dejado de serlo?

-Ese es un banco donde la gran producción es de berberecho. En cuanto falla el berberecho, los mariscadores dependen de que sea un buen año de almejas. Si el berberecho no tuviera el problema que tiene, es una especie que está muy bien adaptada a la desembocadura del río, e incluso en años que hay riadas se recupera de forma muy rápida. Tiene una fecundidad muy alta y un crecimiento rápido, con lo cual al año de una riada ya tienes otra vez producción en el banco. Las almejas no. Las almejas tienen un crecimiento más lento y una fecundidad menor, de manera que si hay un año de riada, al siguiente no tienes almeja para explotar. Entonces, ahí es donde se produce la situación actual, una situación de penuria. Pero no hay porqué suponer que esto es para siempre. Son recursos renovables, todos los años hay reclutamiento, pero las almejas necesitan dos años para llegar a la talla comercial.

-¿El optimismo se extiende al berberecho?

-Hay que ser cautos. Hablamos de una enfermedad que provoca mortandades hasta ahora casi completas, y hasta que la especie pueda convivir con ella seguiremos teniendo problemas graves. Aun desconocemos el vector por el que se transmite la enfermedad y es importante conocerlo para romper la dinámica y saber si podemos inventarnos alguna estrategia que nos ayude a evitar esta repetición en las mortandades año tras año.

-¿La marteilia sigue confinada en la ría de Arousa?

-No. Empezó en Arousa y ya está en Pontevedra y Vigo.

-¿Y Noia?

-No, en Noia no. Es una cuestión que preocupa mucho. Es una especie que, aunque tiene bajo valor económico, la biomasa de producción es altísima. Hay cofradías que basan su economía en esta especie. Pero ante esta introducción de nuevas enfermedades no tenemos mecanismos de defensa.

-Además de intentar desarrollar un berberecho inmune, que es una línea en la que se está trabajando, ¿no se pueden tomar otras medidas?

-Aquí dependemos mucho de qué es lo que hace el sector. La introducción de estas enfermedades es algo que va ligado al movimiento de bivalvos. Si se trae semilla de países donde la enfermedad existe, se trae la enfermedad con el bivalvo. Si se trasladan a depuradoras que están en zonas libres de ese parásito, acabará apareciendo ese parásito. Pero el movimiento de bivalvos no es la única vía. Desconocemos el intermediario del parásito, más motivo para no saber qué hacer. Puedes evitar todo tipo de traslado y sin embargo, si el vector se mueve, si es una especie de zooplancton que se mueve con las corrientes, tampoco vas a evitar que eso se propague. Lo que sí están concienciadas las cofradías es de que tienen que impedir llevar semilla de un sitio contaminado a uno no contaminado. Pero Galicia no solo produce bivalvos, también los comercializa, y todo eso son factores de riesgo.

-Hablamos de «marteilia» y de riadas, pero el sector está convencido de que tiene que haber algo más...

-Por la caída de salinidad sufrida en los tiempos registrados, que coinciden perfectamente con los picos de mortandad, no nos cabe ninguna duda que estos han sido provocados por las riadas. Se lo dijimos al sector. Ellos siguen pensando en otras causas... Pero con estas salinidades, en estos tiempos, obligatoriamente tiene que haber las mortandades que hemos visto en los años anteriores.

-¿Y cómo es la situación en las autorizaciones de las cofradías?

-Es muy variable, porque las hay que tienen afectación por agua dulce y las que no. El punto común en todas ellas es que el berberecho falla. Pero la riada solo tuvo efectos allí donde bajó una cantidad importante de agua. Carril y Rianxo, que son las que están a ambos lados de la desembocadura del Ulla son las primeras en ser afectadas. Las primeras pero no las únicas. Cabo de Cruz también sufre algo, Abanqueiro...

-Hablemos de futuro. ¿Cuándo la recuperación?

-Suponiendo que el invierno sea normal, el berberecho seguirá luchando con la enfermedad, pero no tenemos ninguna garantía de que se recupere la normalidad el año que viene. Sí sabemos que la otra especie de berberecho, el birollo, es resistente a la enfermedad y tenemos un buen reclutamiento; puede que haya algo de producción. Con respecto a las almejas, puede haber un buen reclutamiento este año, si el invierno lo permite, pero no va a tener talla comercial en la próxima campaña, con lo que va a seguir siendo una campaña floja. Habrá que esperar a la siguiente para que la almeja alcance talla comercial y entre en las pesquerías.