Bajo la organización del Real Club de Regatas Galicia la capital arousana acogió la primera semana náutica disputada en España hace exactamente ahora cien años
08 sep 2013 . Actualizado a las 06:54 h.Bajo la organización del Real Club de Regatas Galicia la capital arousana acogió la primera semana náutica disputada en España hace exactamente ahora cien años.
En 1913 Vilagarcía de Arousa podía presumir con argumentos de peso de ciudad pujante y pionera no solo en Galicia, sino en España. La fusión de Carril, Vilaxoán y la a la postre capital municipal, o la controvertida titularidad de primera población hispana donde se practicó el fútbol en pugna con Huelva fueron algunos de los hitos que situaron a la perla de Arousa en la vanguardia entre finales del Siglo XIX y el arranque de la que, dicen, fue y será la centuria más asombrosa en la historia humana, por haber mostrado lo mejor y lo peor de sí.
En ese pujante periodo Vilagarcía añadió una nueva entrada con su nombre en los anales de la navegación deportiva. Porque fue en la capital de la esquina noroeste de Pontevedra donde se pudo competir y presenciar la primera semana náutica organizada en España. De la mano del Real Club de Regatas Galicia. Un dato del que su hoy presidente, Pedro Piñeiro, presume con lógico orgullo, apoyándose en la confirmación oficial que la sociedad recibió en su día de la Real Federación Gallega de Vela «y no Barcelona o Santander».
Cien años exactos se hizo ayer, 7 de septiembre, del arranque de la primera Semana Náutica de Vilagarcía. Una cita reservada «para yates de las clases internacionales y de la fórmula de la sonderklasse» -barco alemán de entonces-, reza en su libro oficial de regatas que todavía conserva el RCR Galicia, en el que es uno de los escasos documentos que guarda de la que fue posiblemente su mayor contribución a la historia de la vela española. La pérdida de parte importante de los archivos de la sociedad en un incendio en 1936 mantiene en el anonimato para sus propios responsables el número y nombre de los participantes y ganadores de las cuatro regatas nacionales que empezaron a disputarse el primer domingo de septiembre en las augas de un ayuntamiento que vivía sus primeros meses de vida en 1913.
Varios periódicos de la época anunciaron la cita deportiva, que en su primera jornada puso en lid la Copa de la Mala Real Inglesa como primer premio. A través deuna página del periódico Noticiero de Vigo del día siguiente se pudo saber que fueron tres los barcos en competición, el Anduriña de Vigo, el Chirlilla de Bilbao, y el Volvoreta de Vilagarcía. «Numeroso público colocado a lo largo del muelle de Carril siguió con avidez el movimiento de los yates», mientras «la banda municipal de Vilagarcía situada en el relleno amenizó la regata» contó la crónica. El Anduriña ganó por estrecho margen al Chirlilla, pero el jurado decidió anular el resultado, sin decirse por qué.
Del resto se sabe que el lunes 8 de septiembre se disputó una segunda regata, con 250 pesetas puestas por el Concello como primer premio, y que el miércoles 10 arrancó la Copa de Su Majestad el Rey Don Alfonso XIII. Dos mangas y un tercer día, el viernes, reservado de ser necesesario. El primer premio, una Copa de plata con el escudo de la casa real y 1.000 pesetas -con las que se compraba una casa entonces, dice Pedro Piñeiro- aportadas por el Ministerio de Marina; el segundo, obra de arte donada por el Marqués de Aranda y Señor de Rubiáns más 500 pesetas. El campo de regatas, un triángulo con los vértices de su base frente a Ferrazo -entonces sin muelle- y punta en las inmediaciones del Islote Gorma, con 9 millas de trazado. Y como colofón, el sábado 13, la Regata-Crucero Hándicap a la Toja, de 13 millas, con copa y 500 pesetas para el ganador, y 250 pesetas para el segundo. Todos, reclamos a la altura de la primera semana náutica en España.
El programa incluyó cuatro pruebas, entre ellas la Copa del Rey para Yates
La sociedad guarda el que cree puede ser el trofeo original de plata al ganador