Exposalnés lleva casi un año sin limpiar y su actividad es nula

Bea Costa
b. costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El mal estado del centro obligó a trasladar los plenos de la mancomunidad

07 nov 2012 . Actualizado a las 04:13 h.

El centro comarcal de O Salnés, Expolsanés (Cambados) es un barco que navega sin patrón y sin rumbo. Cuando hace más de un año la Xunta eliminó los llamados «chiringuitos» se llevó por delante a las 34 fundaciones comarcales y los edificios que les dieron cobertura física quedaron en una especie de limbo administrativo y funcional. El de O Salnés es un claro ejemplo de ello. A la espera de que se aclare el destino de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), de la que depende este servicio, el centro está cayendo en el abandono.

Según apuntan fuentes próximas al centro, las instalaciones no se limpian desde principios de año porque a la empresa que lo hacía se le ha rescindido el contrato. En consecuencia, el personal ha optado por clausurar los baños destinados al público -los de uso interno los limpian ellos mismos- y el polvo se acumula en suelos y mobiliarios. Desde el lunes por la noche hay, además, basura en el patio interior. Son las latas y cajas de cartón que arrojaron las ex trabajadoras de Alfageme en señal de protesta y que ayer seguían esparcidas por el suelo.

El salón de actos y la zona de exposición, situados en el ala norte del edificio, están clausurados desde hace un par de semanas porque las inundaciones que afectaron al Paseo de A Calzada alcanzaron la planta baja del inmueble. Nadie limpió el suelo desde entonces.

En este salón se celebraban los plenos de la Mancomunidade do Salnés, pero el lunes hubo de trasladarlo a la planta superior dadas sus malas condiciones. A la planta superior, destinada a usos turísticos, hace meses que nadie sube. Las bombillas de la maqueta están fundidas y el vídeo promocional que se proyecta data de los años noventa, y ha quedado totalmente desfasado.

Las paredes empiezan a descascarillarse y, en el exterior, las hierbas crecen a sus anchas en el mismo enlosado que lucía lustroso cuando Manuel Fraga inauguró las instalaciones a finales de los años noventa. Ya ni siquiera hay exposiciones.

De la intensa actividad que acogió Exposalnés a principios de la década, en plena época dorada de gestión de los planes europeos, no queda nada. De la docena de trabajadores que llegó a haber entre sus paredes, hoy quedan solo cuatro, que se reparten entre recepción y las oficinas de la Ruta do Viño.

El gobierno de Cambados aspira a que el edificio revierta en el patrimonio municipal para darle un uso del que ahora carece. Pero la decisión depende de una Xunta que aún no se ha constituido. Exposalnés ocupa 723 metros cuadrados y está ubicada en pleno casco urbano de la villa.