Japón busca en Rías Baixas un blanco de calidad

AROUSA

NACHO FEIJOO

17 oct 2012 . Actualizado a las 06:51 h.

La denominación de origen Rías Baixas vendió el año pasado 45.450 litros de vino a Japón, lo que supuso un incremento superior al 15 %. Con este escenario, en Rías Baixas miran al nipón como uno de los mercados emergentes por los que conviene apostar y por eso está estos días en Galicia una delegación de cuatro prescriptores japoneses tomando buena nota de la oferta de vinos que pueden encontrar por estos lares. Lo de buena nota es literal pues los expertos no paran de tomar apuntes sobre todo lo que ven y le cuentan en las visitas que empezaron ayer por varias bodegas de Rías Baixas. La última parada del día fue en Pazo Baión (Vilanova).

Allí les esperaban el gerente de la bodega, Xavier Zas, y la responsable técnico Lucía Carballeira, quienes ejercieron de perfectos cicerones en el recorrido por las instalaciones. Entre el español que hablaba Chieko Konagaya, analista de mercado de productos agroalimentarios de la Oficina de comercio exterior en Tokio, y el inglés del que hizo gala Lucía, fue fácil hacerse entender. Los japoneses se interesaron por la historia de esta singular bodega y por aspectos relacionados con la producción, en particular por su utilización de barricas. Y tuvieron la oportunidad exclusiva de probar el primer vino de la añada 2012, que apenas lleva un mes en cuba. No fue el único sabor que se llevaron en sus paladares. Pazo Baión también le dio a catar sus albariños de años anteriores, ya perfectamente fermentados y con todas sus propiedades.

La delegación japonesa está integrada por tres representantes de revistas especializadas en vino y alimentación, Kimilo Anzai, Makiko Morita y Megumi Ichikawi, además del sumiller Kenichi Sato, que trabaja en el restaurante Gonza Ogasawara de Tokio. Para todos ellos era su primera vez en Rías Baixas y, según relató Chieko, lo visto hasta ahora les ha encantado. «El paisaje es parecido al de Japón, verde y con muchas curvas, así que no les ha supuesto un shock, como pasaría si fueran a Castilla», explica la intérprete. No solo la estampa gallega les gusta, también su vino albariño, del que ayer tuvieron ocasión de probar varias marcas, y más que probarán hasta el jueves.

Los vinos españoles están «de moda» en el país del sol naciente y en este contexto interesa introducir blancos de calidad porque, según cuenta Chieko, los que llegan son de gama baja. «El albariño tiene calidad y se adapta perfectamente a la comida japonesa. Son vinos con mucha mineralidad, con sabor a sal y muy afrutados». Los expertos creen que se adaptan perfectamente a los gustos japoneses, hasta el punto de pagar entre 15 euros y 40 euros por una botella que viajó por medio mundo.