¿El último baile de Moncho Fernández en Sar?

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

El técnico santiagués dirigirá su partido número 399 en el Obradoiro, acaba contrato y el club se toma su tiempo para sentar las bases del nuevo proyecto

15 may 2023 . Actualizado a las 21:30 h.

¿El de la última jornada en Sar, frente al Fuenlabrada, será también el último partido de Moncho Fernández al frente del Monbus Obradoiro, después de trece temporadas en el mismo banquillo? Es una interrogante que todavía no tiene respuesta. Y todavía tardará días en resolverse, en un sentido u otro.

Lo único cierto es que hasta la fecha no ha habido negociaciones para la renovación ni sondeo de posibles alternativas. Y la maquinaria no se pondrá en marcha hasta que termine la campaña.

Así lo conforma el presidente, Raúl López: «Esta temporada pusimos mucha ilusión en tratar de lograr plaza para jugar en Europa. No hemos tenido fortuna con la lesiones y todo se fue complicando. Pero llegamos a la última jornada con una posibilidad, aunque no depende de nosotros». El club no quiere precipitarse en el proceso de sentar las bases del nuevo proyecto ni adelantar acontecimientos.

La situación no es muy diferente a hace dos temporadas, cuando las negociaciones empezaron días después del último partido, una vez que el consejo de administración tuvo perfiladas las líneas básicas del presupuesto para el siguiente curso, una vez encajados los números después de la pandemia.

En esta ocasión, si el Monbus Obradoiro consigue acabar en la décima plaza, tendrá opciones de jugar en Europa. Y ese es un factor diferencial. Pero también le tocaría esperar, a expensas de que el Gran Canaria confirme que jugará la Euroliga, de qué equipos entren en la Eurocup y cómo queda definitivamente estructurada la Basketball Champions League.

Hasta la fecha, cada vez que se la ha preguntado a Moncho Fernández por su futuro ha dado la misma respuesta: toda la atención está puesta en el siguiente partido. El que toca es el del Fuenlabrada. Será el 399 en la ACB con el Obra. También es hermético el director general, José Luis Mateo, que cada año se ha sentado con el presidente para ratificar su continuidad y siempre contesta con la misma máxima: «Lo importante es trabajar como si uno fuese a estar treinta años». Raúl López, que suma también trece años al frente del club y es el máximo accionista, solo ha disipado dudas respecto a su permanencia al ser preguntado al respecto: «Salvo que me echen, voy a seguir en el barco».