El Resu siempre deja satisfecho a Viveiro

IVÁN DÍAZ ROLLE / A. Q. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

La ciudad del Landro se llenó de «hardcores» dispuestos a disfrutar de la música y la zona

03 ago 2014 . Actualizado a las 12:18 h.

La novena edición del Resurrection Fest dio sus últimos coletazos anoche. Viveiro se llenó durante los tres últimos días de fieles a la música más cañera dispuestos a disfrutar de los conciertos de Megadeth, NOFX, Ignite, Testament y otros 60 grupos de primer nivel internacional. Un año más, los visitantes dejaron su pegada en la zona porque durante tres días, casi extensibles a la integridad de la semana, rejuvenecieron y transformaron Viveiro. Los looks extravagantes, los inconfundibles acordes de guitarra sonando a cualquier hora... Fue una urbe de 50.000 habitantes con una media de edad exageradamente baja y un ritmo incomparable.

Además, el impacto económico es innegable. El Concello lo cifró el pasado año en más de tres millones de euros de beneficio para el municipio. Las terrazas, restaurantes y supermercados, siempre a rebosar, lo atestiguaron también este año, así como el transporte público: los buses fletados para transportar desde las zonas de acampada al recinto del festival se quedaron pequeños y los taxistas también se vieron superados por la demanda.

Y encima, no solo Viveiro se lucró, pues, bien por razones de hospedaje, bien por razones turísticas, muchos de los fieles al Resu se dejaron ver por Xove, Burela o San Cibrao con mucha asiduidad.

Ellos también se van encantados. Así se desprende de sus manifestaciones. La satisfacción es general, por la calidad del festival, por su organización y porque Viveiro y sus gentes ?dicen? los hicieron sentirse «en casa».

No hay corazones de metal

El Resurrection Fest 2014 sirvió también para honrar la memoria del exalcalde Melchor Roel, por su apoyo incuestionable al festival. Pasada la medianoche del viernes, la pantalla situada unos metros delante del escenario principal proyectó diversas imágenes del regidor con la canción Born to be wild, de Steppenwolf, de fondo. Un tema que el propio alcalde quiso que sonara en su funeral y que conmovió a todos los que se congregaron en el recinto. Hay corazones metaleros, pero no corazones de metal.

La alcaldesa, María Loureiro, la diputada socialista Lara Méndez, o la propia viuda de Roel, entre otras personalidades, no quisieron perder la oportunidad de dar un adiós que, seguro, habría sido muy especial para Melchor.