El especialista imparte esta semana en Burela cursos a base de ejercicios para eliminar dolor de espalda y columna
12 feb 2014 . Actualizado a las 07:04 h.Los ejercicios que se enseñan en la Escuela de Columna que, por ejemplo, funciona en ciudades gallegas como A Coruña y Santiago, siguiendo el método del Doctor Knapp (Madrid, 1928), también aportan beneficios a los burelenses al lograr la concejalía de Servizos Sociais cursos gratuitos para los vecinos. Él es radiólogo, se formó en Hamburgo y anteayer se acercó a Burela con motivo de la apertura.
-Conseguir traer una actividad como esta a una localidad pequeña es todo un logro, ¿no?
-Sí. Cuando se lo explicó la fisio a la concejala, Diana Durán, se quedó entusiasmada. Son los primeros que han entendido que por ahí va la medicina moderna, no por cortar más ni comprar máquinas más caras. En la presentación empezamos por cosas muy simples, como aprender a sentarse bien.
-¿Cómo trabajan en los centros?
-Todos nuestros colaboradores son fisioterapeutas, vamos por la profesionalidad.
-¿Por qué duele la columna?
-A mayores de anomalías, enfermedades, infecciones, tuberculosis, accidentes de coche, etcétera que nos hacen daño en la columna, hay algo más, los hábitos de nuestra civilización. Estamos mal sentados y mucho tiempo. Los cirujanos siguen operando y hay una parte que no es de operar, es la columna dolorosa, no quirúrgica. En realidad no es más que los cambios de hábito que hacen que el centro de gravedad retroceda 4,5 centímetros. En una postura de amortiguación buena sobre el disco, la columna está cómoda, pero sostiene el 70% del peso del cuerpo o más. Desde que el niño empieza a tratar de levantarse y andar, sin querer echa el peso para atrás porque el centro de gravedad va cambiando. Eso es una sobrecarga que aguantamos de niño, de joven, y en la vejez empieza a doler la columna a no ser que entrenemos los músculos de la pelvis.
-Y la juventud, ¿cómo está?
-Estropeada, se mueve poco y tiene alrededor muchas cosas que le incitan a ello, luego nos sentamos en el coche, vamos en ascensor, en el trabajo delante del ordenador y de noche delante del televisor. Nosotros devolvemos al cuerpo la fuerza que es imprescindible. No se puede hacer en un gimnasio, hay que enseñarlo. Con paciencia nuestra y del paciente conseguimos entrenar y que se vaya el dolor. Y si nada funciona, aún hay otro truco, que son inyecciones, terapia perirradicular, que aprendí en Alemania.
claus knapp radiólogo creador de la escuela de columna