Alberto Pérez se define como amigo de sus amigos y leal a los que lo son con él. Le encanta salir de fiesta con su pandilla. La movida nocturna de Santa Comba es su preferida: «A veces vamos pocos, pero otros fines de semana nos juntamos veinte o más personas», apunta. Al margen de eso, el trabajo figura en el número uno de sus preferencias. Su mayor frustración a nivel laboral se produjo cuando solicitó empleo en la ONCE y fue descartado. «Desconozco los motivos, eso solo lo sabe mi madre y nunca le saqué el tema», dijo. Antes de trabajar en el Concello de Coristanco, Alberto Pérez pasó por una cooperativa, como administrativo en la gestión del transporte adaptado. Su mayor ilusión, ademas de conducir, sería hacer un viaje a las islas Fiji. Su mejor regalo, recuerda, fue una bicicleta que le dieron cuando tenía 6 años y que aún conserva.