Año y medio después, Bélgica tiene Gobierno de nuevo

Philippe Siuberski BRUSELAS / AFP

INTERNACIONAL

Di Rupo preside un Gabinete que se reparten francófonos y flamencos

07 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Después de 541 días sin Ejecutivo -una carencia de récord mundial-, el rey de los belgas, Alberto II, tomó juramento ayer al nuevo Gobierno de este pequeño país europeo, dividido por tensiones lingüísticas entre el norte y el sur. «Juro fidelidad al rey, obediencia a la Constitución y a la ley», dijo el nuevo primer ministro, Elio Di Rupo, en francés, neerlandés y alemán, las tres lenguas oficiales.

Di Rupo, de 60 años, es el primer francófono en dirigir un Gobierno belga desde hace más de 30 años, y el primer socialista en este cargo desde 1974 en una Europa dominada por los líderes conservadores. Será también uno de los pocos jefes de Gobierno en el mundo abiertamente homosexual.

El primer ministro presentará hoy su programa ante los diputados, lo que le permitirá asistir mañana y el viernes a la cumbre de la Unión Europea. La Cámara de Diputados debe votar la confianza al Gabinete el sábado.

Bélgica estaba sin un Gobierno en pleno ejercicio desde abril del 2010 debido a las reivindicaciones autonomistas de la región de Flandes. Las negociaciones, que se llevaban a cabo desde las elecciones del 13 de junio del 2010, tropezaron durante mucho tiempo con las divergencias entre los partidos flamencos y los francófonos, hasta tal punto que llegó a plantearse el desmembramiento de Bélgica. A la división lingüística se agregó una división política creciente entre el norte flamenco, resueltamente anclado en la derecha, y el sur francohablante en Valonia, que se sitúa en la izquierda.

En el trasfondo de la crisis está el hecho de que los flamencos, 60 % de la población, tienen la sensación de pagar por los francófonos, más pobres y acusados de no hacer los esfuerzos necesarios para mejorar la situación económica. Fue la crisis de la deuda en la zona euro lo que obligó a las dos comunidades a llegar a un acuerdo.

El Gobierno estará compuesto por doce ministros -seis por cada comunidad lingüística- pertenecientes a los seis partidos de la coalición (socialistas, democristianos y liberales, tanto de Valonia como de Flandes), de la que se quedan fuera los independentistas flamencos de la N-VA, a pesar de haber sido la fuerza más votada.

No hay muchos cambios con respecto al Gobierno en funciones. El principal será un traspaso de carteras entre el liberal francófono Didier Reynders, que pasa a ser ministro de Exteriores, y el democristiano flamenco Steven Vanackere, que ocupa Finanzas.